Marx y su encuentro con la Economía Política (II) [1]

“El principio sólo está claro al final.” (Vladimir Jankélévitch)

En el caluroso debate en Alemania sobre la posición “nacionalista” de List mencionaremos dos autores de esta polémica pública que tienen que ver con este primer encuentro polémico de Marx con la Nationalökonomie, con la Economía Política: comprobaremos que esta nueva Ciencia no era una terra incognita como sostiene el gran marxólogo Rubel. [2] En Alemania una de las críticas más duras y “de izquierda” a List provino del diario Leipziger Handelszeitung firmada por Karl Heinrich Brüggemann (profesor, periodista y activista político, muy influenciado por Fichte, figura principal del famoso Festival liberal de protesta contra el Absolutismo prusiano de Hambach) en diciembre de 1842; como ya veremos Brüggemann jugará un papel especial en el joven redactor-jefe Marx. Ya en 1843 el mismo diario publicará dos artículos resumiendo la densa crítica a List “línea-a-línea” que había realizado el neosmithiano Heinrich Friedrich Osiander de la obra. Osiander, el más apasionado de los opositores a List en la llamada Frage über Handelsfreiheit, escribió un largo ensayo en 1842 muy crítico titulado: Sobre la decepción del público con respecto al interés sobre el Comercio, la Industria y la Agricultura o la elucidación de la Filosofía industrial-manufacturera del Dr. List, una oración a la Utopía. [3] La obra era criticada como “el esfuerzo fallido de una Filosofía manufacturera”, además, se afirmaba que List tenía talento para escribir sobre cosas para las cuales “no tenía el menor conocimiento” y que con el fin de ocultar esta deficiencia, “recurrió a un exceso de pericia, descaro y procacidad para impresionar a su lectores”, concluyendo con ironía que Friedrich List fue el “maestro más grande de este Arte ilustre”. Marx nos vuelva a sorprender: en su biblioteca personal aparece la obra más importante de Osiander, hablamos de Sobre el Comercio de los Pueblos de 1840, presentada en la Academia de París en la que tuvo muchos elogios, leída, subrayada y con marginalias (en especial el segundo tomo). [4] En ella, Osiander sigue denominando a la Economía Política como Staatswirtschaftslehre; en su primera parte realiza una defensa histórico-crítica del “Libre Comercio”, con amplias ilustraciones históricas partiendo de las ciudades-estado italianas, pasando por España y Portugal, la revolución industrial inglesa, y concluyendo en Norteamérica, demostrando la “fraseología hueca” (hohle Phraseologie) de List en sus ejemplos pseudohistóricos. [5] La segunda parte, denominada “La Teoría”, discute los aparentes “descubrimientos teóricos” de List, párrafo a párrafo, en cuanto a la Teoría del Valor, la concepción de las “Fuerzas Productivas”, y la presunción que su Teoría es la auténtica “Filosofía de la Industria” moderna.

 

En el demuestra que List ignora prácticamente todo en cuanto a las condiciones de producción en las fábricas, así como no comprende la División del Trabajo en el Capitalismo, tal como la explica funcionalmente Smith. [6] Osiander expone las similitudes entre las posiciones de List con las del nacionalista francés Charles Dupin (del que ya hablamos), quién sostenía bajo Napoleón que una de las mejores armas de guerra era la suspensión e interdicción de la Libertad comercial entre las naciones. Osiander concluye que no se trata en realidad de Economía Política en sí, sino de una Filosofía utópica (utopischen Manufacturkraft-Philosophie) de un sector de los industriales. Además Marx realizará un vis-a-vis muy quirúrgico, un contrapunto detallado entre las ideas de List y Osiander en sus manuscritos de 1843 en dos columnas paralelas. Así por ejemplo analiza la definición de “Nacionalidad” de List: “La Naturaleza de la Nacionalidad entendía como el enlace intermedio entre la Individualidad y la Humanidad es la base de todo mi edificio… La Teoría de Smith… incluso ignora la existencia de la Nación”, con la crítica liberal que hace Osiander a la idea nacional: “Ninguno de los grandes estados europeos debido a sus necesidades financieras puede prescindir de los productos extranjeros debido a sus notables aranceles de importación, lo que significa que la Industria doméstica debe naturalmente que buscarse una adecuada protección”. A la crítica pseudoepistemológica de List a la Teoría del Valor de Quesnay-Smith: “La brecha que existe desde Quesnay y Smith entre la Teoría y la Práctica, se desarrolló aún más año tras año. Pero ¿es una Ciencia aquella que no ilumina la forma en que la Práctica debería cambiar?”, con la reacción de Osiander: “en lo que se refiere a la Teoría del Valores, no se puede pensar en una Teoría de ellos sin penetrar en su origen. Esto simplemente consiste en las ocupaciones útiles de las personas y nada deja por decir sobre ello Adam Smith.” [7] Nuevamente comprobamos que Marx estaba implicado e interesado en la polémica sobre el Sistema “nacional-económico” de List, que iba más allá de una mera querelle de Economía académica.

La batalla anti-List de la izquierda liberal duró hasta bien entrado el año 1844, y además de los seguidores alemanes de Adam Smith (a quién List llegó a calificar como “un conquistador más peligroso que Napoleón”), hicieron su aparición inesperada en la polémica críticos desde el novel campo socialista y comunista. Debido a todo este enorme suceso mediático fue que se le ofreció la dirección de la Rheinische Zeitung a List, el 24 de octubre de 1841. List no pudo aceptar la oferta, sin embargo, porque recientemente había roto su pierna y se autodeshabilitó temporalmente; sin embargo, señaló que le gustaría considerar la oferta en una fecha posterior, nombrando su reemplazante como ya vimos. En marzo o abril de 1842 List anunció su interés nuevamente, ya con Marx al frente del diario, pero se hizo caso omiso dentro de los accionistas debido a la lucha contra la censura prusiana, al triunfo de la tendencia de Marx en el interior de la redacción y al éxito de ventas de la RZ después que renunciara su discípulo Höfken. A raíz de esto, List se decide a lanzar su propio diario económico nacional-proteccionista, acicateado por sectores industriales del sur de Alemania y Austria, convenciendo a su editor Cotta, para su financiamiento. [8] El periódico abanderado del Proteccionismo se llamará Zollvereinsblatt, “Diario de la Unión Aduanera”, su primer número aparecerá rápidamente el 1 de enero de 1843; List escribirá en él 650 artículos en cuatro años; en 1843 afirmará que el sistema fabril, lejos de empobrecer a los proletarios, les generó ingresos más altos que los que hubieran obtenido siendo campesinos o artesanos, en su fórmula polémica: “no son las fábricas las que han creado a los pobres, sino que son los pobres los que crearon las fábricas”. [9] No era muy fácil para List conciliar su creencia de que el auge de la industria moderna benefició a la fuerza de trabajo con la existencia de graves disturbios entre trabajadores fabriles en la década de 1840’s (Silesia por ejemplo) y el hecho concreto que hombres, mujeres y niños trabajaban a destajo por un salario debajo de la mera subsistencia. El Pauperismus parecía ser el fenómeno paralelo a la Revolución industrial en todas partes. Tenía que responder públicamente a quienes afirmaban, como los demócratas liberales o Marx y Engels, que los trabajadores estaban siendo explotados por los dueños de las fábricas “nacionales” y se hallaban en un grado de pauperismo peor que en el sistema doméstico ya superado. List le achacaba esta situación pasajera al exceso de producción barata de Inglaterra (solucionable con impuestos aduaneros), y entre las soluciones parciales y rápidas al problema de la Pobreza moderna proponía (influido por la predicción de Malthus) el de la emigración de la mano de obra desocupada a América. List también discutió el destino de los campesinos que practicaban lo que llamó una “Economía enana” o empequeñecida (texto que poseía y estudió Marx) [10] y fueron condenados a una vida de pobreza, ya que sus propiedades eran demasiado pequeñas para incluso para mantener a una familia. List discutió las causas de la pobreza agraria en Irlanda, entre los campesinos en los valles del Main y el Neckar. Al igual que los irlandeses la mayoría de los campesinos poseían minifundios cultivados, muchos en el sudoeste de Alemania eran propietarios libres, no inquilinos. Como solución social, List argumentaba que donde existía una “Economía enana” agraria, el Estado debía obligar a los minifundios a combinarse para formar granjas más grandes y los campesinos desplazados deben ser alentados a emigrar o buscar trabajo en las fábricas. [11] List ignoraba la problemática de la “Cuestión social” y el Pauperismo moderno, la clave de su esquema de desarrollo industrial eran las clases medias, compartía con Daniel Defoe la figura altruista del “honest projector”, de sus filas vendrían los arquitectos de la Nueva Economía nacional: científicos, inventores, emprendedores y managers racionalistas, protegidos por el manto de un Estado proteccionista y patriota. El Proletariado industrial sin dudas tendría un rol importante en el proceso pero siempre subordinado al Burgertum. Este agujero negro de su Sistema puede explicar su subestimación o desprecio por las doctrinas de los primeros socialistas y comunistas: List demostró algo de interés por las comunidades de Robert Owen y los Rappists (una secta cristiana primitiva formada por emigrantes alemanes) en EE.UU., pero jamás estudiaría a los grandes utopistas como Saint-Simon, Fourier, los cartistas o Weitling. List coincidía con Marx (y con los liberales radicales y jóvenes hegelianos) que la vieja sociedad agraria feudal bajo la forma de un Estado confesional o “teológico ilustrado”, [12] es decir: Prusia, estaba ya obsoleta y que era inevitable una nueva sociedad industrial en que las clases medias tendrían un papel dominante en lo político. Pero mientras List aparentemente asumió que el triunfo de las clases medias duraría para siempre, sería una suerte de Fin de la Historia, Marx estaba seguro de que sería un período de corta duración histórica. En poco tiempo el Proletariado, bajo la presión material-objetiva de la Proletarierelend, de su propia miseria y precariedad, derrocaría la Burguesía para convertirse en la Clase hegemónica universal (hablando de manera hegeliana). Otro punto discordante y fundamental era que List era un nacionalista sofisticado, que dedicaba sus energías para promover la expansión económica y la unificación política de la atrasada Alemania, en realidad su objetivo era ponerse en igualdad e condiciones con la odiada y productiva Inglaterra; mientras que Marx era un cosmopolita, creía que el nuevo Comunismo crítico era de aplicación universal por la misma lógica expansiva del Capital, apelando a la organización-unión de los proletarios en el Mundo. List tenía su propia definición de lo que entendía por “Economía Política”, muy ligada a su pathos nacionalista: “Cada Nación debe seguir su propio curso de desarrollando sus poderes productivos; o, en otras palabras, cada Nación tiene su particular Economía Política.” [13] Contra Smith y sus seguidores, a los que acusaba de sostener un “falso Universalismo”, un Individualismo disolvente y un “Materialismo foráneo”, categorías críticas típicas del Romanticismo filosófico y de la Escuela Histórica del Derecho; para List la Economía Política no solo incrementa la Riqueza general de una Nación, sino su Poder geopolítico (externo pero también el interno contra la propia clase obrera). Marx reconocía que List era algo más que un oportunista puro, y que de forma sagaz recogía en su Teoría intuiciones históricas y enseñanzas geopolíticas esenciales para la consolidación de la burguesía alemana. En el primer tomo de Das Kapital, Marx definirá de esta manera el Protektionssystems burgués, tal como se expresaba en el System de List, como parte necesaria de la génesis histórica del capitalista industrial: “El Sistema proteccionista era un medio artificial de fabricar fabicantes, de expropiar trabajadores independientes, de capitalizar los medios de producción y de subsistencia nacionales, de abreviar por la violencia la transición entre el modo de producción antiguo y el moderno. Los estados europeos se disputaron con furor la patente del invento, y una vez que hubieron entrado al servicio de los fabricantes de plusvalor, no solo esquilmaron al propio Pueblo –indirectamente con los aranceles protectores, directamente con las primas de exportación, etcétera– para alcanzar ese objetivo, sino que en los países contiguos dependientes extirparon por la violencia toda industria… En el continente europeo, siguiendo el método de Colbert, el proceso se había simplificado considerablemente. Aquí, parte del capital originario del industrial fluía directamente del erario público.” [14] El Sistema proteccionista, dirá Marx, pugna por la “fabricación de capitalistas” (Fabrikation von Kapitalisten) en las propias metrópolis occidentales todavía atrasadas. List congregaba la panacea de todos los problemas de la burguesía alemana en la Política Comercial, la Handelspolitik, un tema crucial en el Capitalismo y que el propio Marx maduro incluirá como objeto preferencial de su Crítica de la Economía Política e incluso como una secuencia esencial (Reihenfolge) del Sistema de la Economía burguesa (System der bürgerlichen Ökonomie). [15] Es probable que la primera constitución del objeto “Economía Política”, el Comercio Mundial y sus consecuencias, la quinta secuencia material según el propio orden lexicográfico de Marx (Capital–Propiedad de la Tierra–Trabajo Asalariado–Estado-Comercio Exterior–Mercado Mundial), se haya producido a lo largo de esta primera batalla marxista entre 1843 y 1845 contra List y el nuevo Nacionalismo económico burgués. Como sabemos, el Método dialéctico es algo más que un Método ya que es determinado por su Objeto. Obviamente List y su periódico se transformarán en un enemigo ideológico más en el horizonte liberal radical de la Rheinische Zeitung. Y en especial en objeto de crítica por el propio Marx. [16]

Sería insólito, sino muy extraño, que el Chef-Redakteur de un periódico económico “liberal”, la RZ, cuya dirección se le había ofrecido antes al economista Friedrich List, no supiera nada ni estuviera mínimamente informado de su libro sobre Economía Política que se discutía polémicamente en las publicaciones comerciales de la época, y que trataba de la defensa del Proteccionismo y de la posibilidad de una unión política en Alemania. La lucha entre los proteccionistas de List y los defensores de Smith era un combate en “el cielo de los ricos” como diría Marx. Más extraño si pensamos que esa persona se llama Karl Marx. Ahora conocemos una carta de Marx inédita al filólogo Hermann Müller-Strübing del 1 de enero de 1843, [17] siendo ya Chefredakteur de la RZ desde Octubre de 1842, seguirá en sus funciones hasta su renuncia el 17 de marzo de 1843. En la carta Marx escribe lo siguiente: “Estaría encantado si B., en la Rheinische Zeitung, pone en la picota a List y también esas prohibitivas y peculiares cuestiones que… él ha publicado, y además su campaña contra la A.A.Z.”. ¿Quién es “B.” y qué es “A.A.Z.”? A.A.Z. es la abreviatura de Augsburger Allgemeine Zeitung, el principal diario en lengua alemana de la época, en el cual List publicó artículos de gran resonancia; “B.” es Karl Heinrich Brüggemann, como hemos dicho, uno de los críticos más radicales contra el “Sistema Nacional” de List, además Brüggemann fue el predecesor de Marx como editor de la Rheinische Zeitung durante un breve interinato después de la salida de Rutenberg. En junio de 1842 la editorial Cornelius de Berlín publicó su obra radical anti-List titulada El ‘Sistema Nacional’ de Economía Política del Dr. List, críticamente considerado y explicado según los estándares científicos contemporáneos. [18] En este ensayo polémico, que conocía Marx, Brüggemann afirma irónicamente que realizará un exégesis de la mayor innovación en Economía Política desde Adam Smith, el exitoso libro de List al que define como un “gran panfleto” (großes Pamphlet) y a su glorificación del sistema chauvinista de protección aduanera. [19] La nueva Doctrina no es otra cosa que la Teoría de los “dueños de las fábricas” atenazados por el miedo competitivo, cuyo fundamento, Grundlage, último es la Nacionalidad moderna, [20] y en cuanto proyecto internacional, se opone a la Paz generada por el “Libre Comercio”, ya que el Proteccionismo es potencialmente un generador de violencia y guerras. La Economía Política se encuentra hoy escindida entre “cosmopolitas” y “nacionalistas”, Brüggemann apoya las medidas cautelares de Smith (citándolo su obra original en inglés) en cuanto al proteccionismo, señalando que en su Teoría no solo cuenta el Capital sino también el bienestar de los trabajadores empleados en la producción. En su crítica anti-nacionalista menciona otros seguidores europeos predecesores de la teoría del “Sistema Nacional” de List (en Francia nuevamente aparecen Chaptal y Ferrier; en Alemania Gans, von Putlitz, Kaufmann, Hopf y Fränzl), pero éste les supera a todos en cuanto a su audacia, sofistiquería, escolástica y trucos de retórica, un “espantapájaros para hombres de mentes esclarecidas, experiencia y sentido común”. Brüggemann utiliza indistintamente en su crítica tanto Nationalökonomie como la novísima politischen Öekonomie, y califica a la disciplina de ser una Ciencia moderna, que necesariamente debe ser dividida como lo pensaba el propio Smith en teórica y en práctica, y que la Economía Política teórica tiene un su propio objeto, que es descubrir y establecer las “leyes naturales” (die Erforschung der natürlichen Gesetze) que generan la riqueza que produce, distribuye y consume una Sociedad histórica. [21] Brüggemann resume además los mejores trabajos de autores críticos con List en el debate que tomó lugar a lo largo de 1842, según su punto de vista, que son precisamente el de Osiander, Roscher y Schulze, autores que estudiará Marx. [22] En cuanto a las “novedades” de la Teoría de List, Brüggemann descubre su antecesor reaccionario más directo, Adam Müller, que incluso lo ha hecho con más minuciosidad y grandeza, del cual List ha tomado aspectos formales y materiales de su Política nacionalista “unilateral”, su Patriotismo falsamente enfrentado a la “cosmopolita” Libertad de Comercio, sin lazos con la Tradición y la Tierra (bodenlosen Kosmopolitismus). Incluso, dirá Brüggemann, Müller es teóricamente superior a List, ya que intenta oponerse incluso epistemológicamente al propio Kant utilizando al reaccionario Schelling, esforzándose por ridiculizar la “quimera kantiana de la Paz eterna”. List, ,un romántico alemán en el fondo, en cambio es un simple empírico, un práctico, un repetidor de frases escolares, que ha incomprendido a un filósofo moral como Smith, al que acusa de sostener un “Materialismo muerto”. [23] Brüggemann subraya que la Idea de Cosmopolitismo (le tendencia natural del Capitalismo) se contradice absolutamente con la Idea de Patriotismo: uno promueve “estados universales”, el otro estados comerciales “cerrados”, estilo el atrasado Japón con su política del “Sakoku”. [24] Mientras que en la primera parte se critican los principios y fundamentos teóricos de List en sus propias contradicciones, sus inconsistencias internas, en la segunda parte del libro, Brüggemann expone las contradicciones prácticas de la aplicación económica del Sistema Nacional de List. Allí afirma que mientras los reaccionarios quieren combatir las consecuencias del Industrialismo con una Economía “cristiana” (como Müller) e incluso otros regresar a idílicos estados “orgánicos” estamentales de la Edad Media, ya están surgiendo ideas de Felicidad y Libertad basadas en el Socialismo y el Comunismo. [25] Brüggemann trae a la discusión no solo a Smith: debate las consecuencias de Lauderdale, Malthus, Ricardo y los cartistas ingleses al explicar las consecuencias prácticas del “Libre comercio” en el debate histórico sobre la abolición Ley de los Cereales en Inglaterra, cuya lucha Marx comparará en Das Kapital con el triunfo histórico obrero de la jornada laboral de diez horas. [26]

A partir de la dirección editorial de Marx y de su invitación, Brüggemann colaborará nada más ni nada menos que con 25 artículos, seis de ellos atacarán directamente a List, algunos incluyendo polémicas afirmaciones, como que List es “el Maestro nacional que ha trabajado de manera desconfiada y sin ninguna consideración con los hechos reales”, en cuanto a las tarifas aduaneras protectivas “son en realidad una pastilla somnífera y un veneno para todo pensamiento emprendedor e innovador”. En cuanto Marx asume como Chefredakteur, el diario publica un primer ensayo de Brüggemann titulado: “El Libre Comercio en la actualidad”, [27] en el que denuncia a List como un vendedor de mercadillo. En la breve introducción al artículo Marx escribe como editor: “Brüggemann no solo refutó el Sistema de List en una reciente crítica publicada por W. Cornelius en Berlín, sino ha probado que List peca de plagiarismo. El ‘Sistema Nacional de la Economía Política” ya fue explorado hace más de treinta años atrás por Adam Müller en su investigación sobre los estadistas y la Política”. [28] Es decir: Marx estaba al tanto de la teoría de List (como de sus eventuales críticos) mucho antes de lo que se suponía (1845), y que luego se sumó y participó activamente en una posterior campaña (1843-1844) contra la idea del “Sistema Nacional” en plena polémica abierta. La mención al economista reaccionario romántico Müller es significativa: además de ser uno de los autores más citados en la obra de List (lo que indirectamente nos indica una lectura “profunda” de Marx) y en la de Brüggemann (que Marx parece conocer al detalle), fue el primer profeta moderno de la “Idea nacional”, el padre fundador de lo Völkisch, proponía el regreso a una Economía “orgánica” basada en la identidad corporativa (ni política, ni mundana) entre el Estado y el Volk (no la “Nación” formal de los ilustrados); su idea de la forma Estado comercial cerrado se basaba en Fichte, el Ständestaat; criticaba el Contrato social de Rousseau y la aplicación del Derecho romano en lo económico, fundamentos de una Weltannschauung nacionalista de la Totalidad social. [29] En lugar de postular los tres conocidos factores de producción de los economistas clásicos, a saber, Tierra, Trabajo y Capital, Müller defiende como factores la Naturaleza, el Hombre y el Pasado (Tradición), el flujo que nace de la conjunción de “Tierra y Propiedad” (Grund und Boden). Criticaba pasionalmente a Adam Smith (como List) [30] y a lo que denominaba su concepción como “materialista-liberal”, además de ser filosóficamente un seguidor de Schelling. Müller es el que por primera vez (incluso antes de Hegel y Fichte) unifica en un solo punto de vista la Economía política inglesa y la especulación filosófica alemana. El Nacionalsocialismo lo consideró obviamente parte esencial de su propia Genealogía. [31] Nos indica además que Marx estaba al corriente de la escuela alemana romántica no solo en Filosofía del Derecho, recordemos su mordaz crítica a Hugo de 1842 en la RZ, [32] sino también en su vertiente en la Nationalökonomie. El Marx maduro llamará a Müller “psicofante romántico” (romantischen Sykophanten) en Das Kapital. Además encontramos en la biblioteca personal de Marx a un autor muy representativo de la llamada Escuela histórica de la Economía Política alemana, de la llamada Ältere Historische Schule, se trata de Carl Wolfgang Christoph Schüz, titulado: “Fundamentos de la Economía Nacional” de 1843, leído y con anotaciones de Marx que aparecen en los Hefte de 1843-1844. [33] Schüz realiza un exposición crítica del Mercantilismo (Steuart-Blanqui-Villeneuve-Bargemont); [34] de la Fisiocracia y el “sistema agrícola” (Quesnay, Turgot, Dutens, Schmalz), [35] del sistema basado en la población (Sonnefelds-Smith), el sistema de la “industria libre” (Adam Smith) para a continuación explicar las respuestas desde los teóricos sociales Saint-Simon, Fourier y Owen desde una posición contra el Individualismo posesivo. Schüz considera seguidores espirituales de Smith en Alemania entre otros a Rau (que estudiará Marx en esta época como recordaba Engels), en Inglaterra a Malthus, Ricardo, MacCulloch, Senior; en Francia a Say y Rossi; en Polonia a Skarbek (que estudiará Marx en esta época) y en Estados Unidos, Cooper (que se enfrentará en su momento a List). Schüz además explicará la idea del “Sistema Nacional” de List como una reacción al sistema de la industria libre, en la que incluye a Lauderdale, Sismondi, y por supuesto a Adam Müller. Para Schüz, como para Rau, el Estado tiene un papel fundamental y esencial en la prosperidad económica de una nación. [36] Entre su biblioteca, como dijimos, Marx poseía varios textos “cameralistas”, como el de Schmalz, que indican su interés autónomo por la Nationalökonomie de la época, por ejemplo la obra Reflexiones sobre la alienación y la divisibilidad de la propiedad de la tierra, del Staatswissenschaftler y profesor de Economía Wilhelm Kosegarten, de ideas sociales cristianas, opuesto a la igualdad burguesa y al sistema representativo del Liberalismo. Kosegarten era, como List, un opositor al “Libre Comercio” y a las ideas de Smith (y de Rousseau). El capítulo II de su libro es una exposición en detalle de la situación de la Nationalökomie en Alemania y el impacto de la Smithschen Schule. [37] Marx (en sus manuscritos sobre la Plusvalía) y Engels además acusarán a List de haber plagiado no solos las ideas de Müller sino las del político francés Ferrier que desarrolló la Política económica proteccionista imperialista bajo Napoleón.

Podemos suponer de manera bastante certera que Marx adquirió Das nationale System der politischen Okonomie [38] a mediados de 1842, poseía la primera edición de la obra (según la Daniels-Liste), [39] se publicó en abril de 1841 y se agotó en dos meses (fue un éxito de ventas), la leyó a lo largo de 1842-1843. Marx no se detuvo ahí: también incluyó en su lecturas artículos especializados de List, como por ejemplo: “La Constitución del Campo, la Economía enana y la Emigración”, de la que hablamos. [40] Dada la importancia de estas lecturas Marx incluso adquirió bibliografía complementaria y secundaria sobre (y contra) List que también estudió, se trata de la obra crítica de Karl Heinrich Rau ¡que también lleva la palabra “Crítica”!: Zur Kritik uber F. List’s Nationales System der politischen Oekonomie. [41] Rau no fue un pensador original, fue uno de los principales mediadores-defensores del “System of natural liberty” de Smith, opositor a la posición de List; aunque Rau era un opositor a la introducción tipo “shock” del “Free Trade” y advertía sobre el peligro de la pobreza en amplias capas de la población trabajadora, proponiendo al creación de un Ministerio del Bienestar popular. Fue autor de una vasta enciclopedia sobre la Economía Política, Lehrbuch der politischen Ökonomie (1826–37), [42] que tuvo ocho ediciones (1862-9), base de la enseñanza en universidades alemanas durante varias generaciones, comparable al manual de Samuelson en la actualidad, que formó a toda una generación de abogados del estado, economistas y “cameralistas”, variante que Marx definía irónicamente como Professoralform, forma profesoral de la Economía Política (que incluía al continuador de Rau, Roscher). No sabemos si Marx la consultó, pero en su crítica a List, Rau se basa fundamentalmente en textos de Adam Smith y Jean-Baptist Say, citando sus obras originales en inglés, además de utilizar el llamado “Método histórico” para abordar los problemas económicos como la Historische Schule der Nationalökonomie. Rau combinaba el enfoque de los cameralistas y de la escuela clásica, dividiendo por primera vez la ciencia de la Economía Política en una rama teórica (teoría universal abstracta de la Economía y la Riqueza) y en otra aplicada, subdividida en Política económica estatal y ciencia administrativa (Volkswirthschaftspolitik) y ciencia de la finanza. [43] Además, y es importante para el desarrollo de Marx, trabajó décadas antes que Alfred Marshall con la representación geométrica habitual de las curvas de oferta y demanda. Rau además fue un neoricardiano heterodoxo, y es considerado la figura principal en la diseminación de la Economía Política en lengua alemana, similar al rol vulgarizador de Say en Francia; [44] incluso fundó el primer periódico “económico” burgués en Alemania en 1835, el famoso Archiv für politische Ökonomie und Polizeiwissenschaft, todo un modelo para los periódicos económicos y para la Rheinische Zeitung. [45] Rau representa la primera fase del desarrollo de la Economía Política en Alemania, antes de la introducción/ traducción de John Stuart Mill, y metodológicamente comienza su obra, no por la Propiedad abstracta (como Proudhon) o el Comercio (como los owenistas como John Wade o John Watts, inspiradores del “Esbozo…” de Engels), [46] sino por la Producción en sí, luego por la Distribución, para terminar en el Consumo, recordándonos la tripartición de Say y la del propio Mill. Rau centraba su estudio de la Producción en el Valor abstracto (Gattungswerth) y concreto (Quantitätswerth), [47] los bienes (mercancías) deben cumplir dos condiciones, una primordial u objetiva (cualidad de uso) y seguidamente otra subjetiva (ser reconocida en el contexto racional humano como un bien intercambiable). La Teoría de los precios de las mercancías de Rau parte de una condición esencial, un minimum: el precio debe cubrir el costo-factor (Kostenpreis) de la producción (que incluye todo lo necesario para su obtención así como el trabajo gastado). También Marx poseía en su biblioteca un colaborador de Rau, se trata del filósofo, economista neosmithiano y Staatswissenschaftler Johann Schön, cuya obra capital: La Ciencia del Estado fundamentada filosófica-históricamente, [48] publicada en 1831, todavía con muchos elementos “cameralistas”, abordaba la cuestión del surgimiento de la Nationalökonomie, exponiendo las ideas de la Fisiocracia, Quesnay, Say, Smith, exponiendo el debate sobre el Libre Comercio, cuestionando su vertiente “absolutista”.

Engels recuerda estas “lecturas” no solo en 1885, bajo presión política de presentar el “Marxismo” como sistema científico unitario, sino por ejemplo en una carta a Marx de marzo de 1845, en la que confiesa que quería escribir una crítica contra List pero suspendió la tarea cuando Hermann Püttnamm (colaborador de la Rheinische Zeitung y ahora editor de la revista trimestral crítica liberal renana Rheinische Jarbüch für gesellschaftliche Reform, que respondía al llamado “Socialismo verdadero”) le comentó que estaba escribiendo una el propio Marx; Engels le señala que “también yo me proponía escribir para la revista de Puttmann una crítica a List, pero afortunadamente por Püttmann me he enterado a tiempo de tu propósito. Por lo demás, como yo me proponía abordar a List desde el punto de vista práctico, desarrollando las consecuencias prácticas de su sistema, lo que haré será re-elaborar un poco más por extenso uno de mis discursos de Eberfeld (los debates se publicarán en la revista de Püttmann), en el que yo me ocupaba de esto, pues a juzgar por las cartas de Bürgers a Hess, y por tu personalidad, me figuro que tú te ocuparás más bien de las Premisas (Voraussetzungen) del caso que de las Consecuencias”. [49] En el segundo de los discursos de los que habla en la carta, pronunciados en febrero de 1845, Engels señala que “los aranceles son el hijo predilecto de la mayoría de nuestros industriales… el señor List ha reducido a Sistema los deseos de nuestros capitalistas, y este Sistema, que casi todos los capitalistas alemanes profesan como un Credo…”[50] Sin marzo de 1845 Marx ya era considerado un conocedor a fondo de las Voraussetzungen, de las premisas del pensamiento económico de List, cosa que hemos visto concuerda con su lucha desde la Rheinische Zeitung, ahora conocemos un manuscrito inédito de Marx en el cual critica con cierta extensión el “Sistema Económico nacional” de List, probablemente escrito entre 1843 y 1844.[51] (Continuará)No

Notas:

1 Anticipo del libro Crónicas marxianas, de próxima aparición.

2 Maximilien Rubel: “Les cahiers de lecture de Karl Marx”; en: International Review of Social History, 2 (1957); p. 397.

3 Dividido en dos libros comprendía 228 páginas: Enttäuschung des Publikums über die Interessen des Handels, der Industrie und der Landwirthschaft, oder Beleuchtung der Manufacturkraft-Philosophie des Dr List, nebt einem gebet aus utopien; Verlag Osiander, Tübingen, 1842.

4 Osiander fue un economista formado en la Holanda del desarrollo capitalista-colonial, experiencia que plasmó en dos obras que defendían a rajatabla el “Libre Comercio”, en 1844; escribió el nuevo Código de Comercio para el Reino de Würtemberg desde un punto de vista smithiano. Marx poseía la edición de 1842; véase: Karl Marx/ Friedrich Engels. Gesamtausgabe (MEGA2); Vierte Abteilung. Exzerpte, Notizen, Marginalien. Die Bibliotheken von Karl Marx und Friedrich Engels; Band 32, Akademie Verlag, Berlin, 1999, p. 495; la edición MEGA2 tiene una errata, ya que “Osiander” aparece como “Oslander”; figura correctamente en la obra de Kaiser, Bruno; Ex Libris Karl Marx und Friedrich Engels, Schicksal und Verzeichnis einer Bibliothek; Dietz Verlag, Berlin, 1967, p. 217.

5 Osiander, Heinrich Friedrich: Enttäuschung des Publikums über die Interessen des Handels, der Industrie und der Landwirthschaft, oder Beleuchtung der Manufacturkraft-Philosophie des Dr List, nebt einem gebet aus utopien; Verlag Osiander, Tübingen, 1842, apartado “Lecciones de la Historia”, p. 87-92.

6 sOsiander, Heinrich Friedrich: ibidem, p. 103-104.

7 En: Karl Marx/ Friedrich Engels: Gesamtausgabe (MEGA), Vierte Abteilung: Exzerpte-Notizen-Marginalien, Band 2; Exzerpte und Notizen 1843 bis Januar 1845; Dietz Verlag, Berlin (DDR), 1981, p. 506 (506-546).

8 William Henderson: Friedrich List: Economist and Visionary 1789-1846; Routledge, London/ New York, 2012, p. 85 y ss.

9 Carta de List al rey Guillermo Iº de Württemberg, 9, abril, 1843; en: List, Friedrich; Werke. Lists Leben in Tag- und Jahresdaten; Nachlese: Briefe und Akten, Schriften und Reden, Auszüge, Bruchstücke, Merksätze, Lists Persönlichkeit in Schilderung und Urteil seiner Zeitgenossen, Band 9, Reimer Hobbing, Berlin, 1936, pp. 1–15.

10 List, Friedrich: “Die Ackerverfassung, die Zwergwirthschaft und die Auswanderung.”, en: Aus der Deutschen Vierteljahrsschrift, 1842, H. 4, Nr. 20, Cotta, Stuttgart-Tübingen, 1842.

11 List, Friedrich: op. cit.; pp. 106–191; ahora en: Werke. Band 5: Aufsätze und Abhandlungen aus den Jahren 1831–1844, Reimer Hobbing, Berlin, 1928, pp. 418–547.

12 El trabajo de “montaje baueriano” de Marx sobre el Tractatus politicus de Spinoza de 1841 va en este sentido: la lucha contra la forma teológica del Estado prusiano; remitimos al lector a nuestro estudio preliminar en nuestra propuesta de traducción y edición en español del trabajo de Marx: Marx, Karl: Cuaderno Spinoza; Montesinos, Mataró, 2012.

13 List, Friedrich: op. cit.; p. 124.

14 Itálicas del propio Marx: “Das Protektionssystem war ein Kunstmittel, Fabrikanten zu fabrizieren, unabhängige Arbeiter zu expropriieren, die nationalen Produktions- und Lebensmittel zu kapitalisieren, den Übergang aus der altertümlichen in die moderne Produktionsweise gewaltsam abzukürzen.”, en: Karl Marx: Das Kapital I. Der Produktionprozess des Kapitals, Ullstein, Frankfurt/ Berlin, 1983, p. 699; en español: El Capital. Tomo I/ Vol. 3. Libro primero. El proceso de producción del capital; Siglo XXI, México, 1984, p. 946.

13 Marx la denomina “auswärtiger andel”, en: Karl Marx: Zur Kritik der Politischen Ökonomie, Franz Duncker, Berlin, 1859, p. 7; ahora en: Karl Marx/ Friedrich Engels: Werke, (Karl) Dietz Verlag, Berlin. Band 13, 1961, Berlin (DDR); pp. 3-160; en español: Contribución a la Crítica de la Economía Política, Siglo XXI, México, 1980, p. 3.

16Un paralelismo entre las visiones de List y Marx en el trabajo clásico de Alfred Meusel: List und Marx. Eine vergleichende Betrachtung; G. Fisher, Jena, 1928; véase además su artículo: “Das Problem der äußeren Handelspolitik bei Friedrich List und Karl Marx”; en: Weltwirtschaftliches Archiv, 27. Bd. (1928), pp. 77-103.

17 La carta original fue subastada en Londres en 1998; véase: Langkau, G., & Pelger, H. Studien zur ‘Rheinischen Zeitung’ und zu ihrer Forderung nach Handelsfreiheit und Grundrechten im Deutschen Bund – Mit einem Brief von Karl Marx an Hermann Müller-Strübing (1843); Schriften aus dem Karl Marx-Haus, Trier, 2003.

18 Karl Heinrich Brüggemann: List’s nationales System der politischen Ökonomie, kritisch beleuchtet und mit einer begründung des gegenwärtigen standpunktes dieser wissenschaft begleitet, W. Cornelius, Berlin, 1842; se trataba de su Habilitationsschrift de 320 páginas para enseñar Kameralwissenschaft, es decir: Economía Política y Ciencias del Estado; el libro fue incluso reseñado en el diario Times de Londres en octubre de 1842.

19 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; pp. 3-4.

20 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 13.

21 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 14.

22 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 50.

23 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 49-51.

24 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; pp. 66-67.

25 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 99 y ss.; las menciones al Comunismo y Socialismo en p. 117: “sozialistischer und communistischer Freiheit und Glückseligkeit”.

26 Karl Heinrich Brüggemann; op cit; p. 125 y ss.

27 “Handelsfreiheit der Gegenwart”,en: RZ, Nº 291, 18 de Octubre, 1842, Bleiblatt, p. 2, con la introducción editorial de Marx impresa al final del artículo; véase la edición facsímil de todos sus números: Wilhem Klutentreter, Die “Rheinische Zeitung” von 1842-43, 2 Bde, Ruhfus, Dortmund 1966-1967); además: Rheinische Zeitung für Politik, Handel und Gewerbe. Unveränderter Neudruck mit einer Einleitung und einer Bibliographie der Publikationen von Karl Marx in der “Rheinischen Zeitung” von Dr. Inge Taubert unter Mitwirkung von Jörg Armer. 5 Bände. Zentralantiquariat der DDR, Leipzig, 1974.

28 Marx tendrá en su biblioteca personal una obra crítica de Brüggemann sobre la Unión Aduanera y el sistema proteccionista de List: Der deutsche Zollverein und das Schutzsystem; Berlin, 1845; Sobre la acusación de plagio de Marx y Engels: Eugen Wendler: Vereinigung des europäischen Kontinents: Friedrich List, gesamteuropäische Wirkungsgeschichte seines ökonomischen Denkens; Schäffer-Poeschel, Stuttgart, 1996, pp. 21-26.

29 Una exposición crítica de Müller desde el punto de vista de la Nueva Derecha alemana en el trabajo clásico de Carl Schmitt: Politische Romantik; Duncker & Humboldt; Manchen und Leipzig, 1919: en español: Romanticismo político; Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2000; el prologuista a la obra, el filósofo Jorge Dotti, paradójicamente no menciona en ningún momento a Müller.

30 Lo señala Roscher: “Die romantische Schule der Nationalokonomik in Deutschland”; en: Zeitschrift für die gesamte Staatswissenschaft, Bd. 26 (1870), p. 77 y ss.

31 Müller, Adam: Die Elemente der Staatskunst, Bd. 1 von 3, Sander, Berlin, 1809; su doctrina del dinero: Versuch einer neuen Theorie des Geldes, Brockhaus, Leipzig, 1816; existe una edición parcial de sus escritos más políticos en español: Elementos de Política, Doncel, Madrid, 1977: sobre Müller: Hanna Arendt: “Adam-Müller-Renaissance?”, en: Kölnische Zeitung, Literaturbeilage, 501 (13.09.1932) y 510 (17.09.1932); en español: “Adam Müller. ¿Renacimiento?”, en: Más allá de la filosofía. Escritos sobre cultura, arte y literatura, Trotta,, Madrid, 2014, p. 189 y ss.

32 Karl Marx: “Das philosophische Manifest der historischen Rechtschuleen”; original: Rheinische Zeitung, Nr. 221 vom 9. August 1842 Karl Marx/ Friedrich Engels; Werke, Band 1, Dietz Verlag, Berlin (DDR), 1976. pp. 78-85.; en español: “El Manifiesto filosófico de la Escuela Histórica del Derecho”, en: Carlos Marx/ Federico Engels: Obras Fundamentales, 1: Escritos de Juventud; FCE, México, 1982, pp. 237-243.

33 Carl Wolfgang Christoph Schüz: Grundsätze der National-Oeconomie; Osiander, Tübingen, 1843, el libro salió a la venta en julio de ese año; véase: Karl Marx/ Friedrich Engels. Gesamtausgabe (MEGA2); Vierte Abteilung. Exzerpte, Notizen, Marginalien. Die Bibliotheken von Karl Marx und Friedrich Engels; Band 32, Akademie Verlag, Berlin, 1999, p. 594.

34 Es muy posible que Schüz estimulara la lectura de Alban de Villeneuve-Bargemont, Marx tendrá en su biblioteca sus obras más importantes: Histoire de l’Économie Politique; Societé Nationale, Bruselas, 1839; y además: Économie politique chrétienne ou Recherches sur la nature et les causes du paupérisme en France et en Europe, et sur les moyens de le soulager et de le prévenir, 3 vol., Paulin, Paris, 1834, centrada sobre la cuestión de la nueva pobreza burguesa, el Pauperismo del obrero industrial.

35 Marx poseerá en su biblioteca la principal obra del decano de la Universidad de Berlín, economista agrícola y consejero prusiano Theodor Schmalz: Handbuch der Staatswirthschaft, F. Maurer, Berlin, 1808, en su traducción francesa: Économie politique, Bertrand, Paris, 1826; en el manual, Schmalz

36 Carl Wolfgang Christoph Schüz; op, cit., pp. 39-40 y 43.

37 Kosegarten, Wilhelm: Betrachtungen über die Veräusserlichkeit und Theilbarkeit des Landbesitzes, Koenig, Bonn, 1842; véase: Kaiser, Bruno; Ex Libris Karl Marx und Friedrich Engels, Schicksal und Verzeichnis einer Bibliothek; Dietz Verlag, Berlin, 1967, p. 217.

38 La edición que estudió Marx: List, Friedrich: Das nationale System der politischen Okonomie, Cotta, Stuttgart und Tübingen, 1841; el catálogo completo de la biblioteca personal de Marx (y de Engels) en: Marx, Karl/ Engels, Friedrich: Gesamtausgabe (MEGA), Vierte Abteilung, Exzerpte, Notizen, Marginalien, Die Bibliotheken von Karl Marx und Friedrich Enges, Band 32; Akademir Verlag, Berlin, 1999, p. 414; véase además el trabajo de Eugen Wendler: „Neue Belege zur List-Rezeption von Karl Marx und Friedrich Engels“, en: Friedrich List: Politisches Mosaik, Springer Gabler, Wiesbaden, 2017, pp. 71-82.

39 En el volumen IV / 2 de MEGA se supone que Marx usó la primera edición de 1841 para su extracto de 1845. En la llamada lista de libros de Daniels de 1850, manuscrita por el propio Marx, el trabajo se enumera indicando la primera edición de 1841; hay una copia de la edición de 1842 en la biblioteca sobreviviente de Marx, sin embargo, esta copia no muestra rastros de trabajo literario (marginalias o lecturas en forma de esquinas dobladas).

40 List, Friedrich: “Die Ackerverfassung, die Zwergwirthschaft und die Auswanderung.”, en: Aus der Deutschen Vierteljahrsschrift, 1842, H. 4, Nr. 20, Cotta, Stuttgart-Tübingen, 1842.

41 Rau, Karl Heinrich: Zur Kritik uber F. List’s Nationales System der politischen Oekonomie, C.F. Winter, Heidelberg, 1843; Rau además hizo una recensión crítica de la obra de List: „Zur Kritik über Fr. Lists Nationales System“, Archiv der politischen Oekonomie und Polizeiwissenschaft, Bd. 5 (1843), pp. 252-297 y 349-412.

42 Rau, Karl Heinrich: Bd. 1: Grundsätze der Volkswirthschaftslehre, C.F. Winter, Heidelberg, 1826, y: Bd. 2: Grundsätze der Volkswirthschaftspflege, später Grundsätze der Volkswirthschaftspolitik, C.F. Winter, Heidelberg, 1828, con varias re-ediciones.

43 Véase: Keith Tribe: “Chapter 9. A new orthodoxy: Karl Heinrich Rau’s Lehrbuch der politischen Oekonomie”, en: Governing Economy: The Reformation of German Economic Discourse, 1750-1840, Cambridge University Press, Cambridge-New York, 1988, pp. 183-202; la entrada de H.C. Recktenwald: “Rau, Karl Heinrich (1792–1870)”, en: The New Palgrave Dictionary of Economics, Second Edition. Eds. Steven N. Durlauf and Lawrence E. Blume. Palgrave Macmillan, 2008, pp. y Erich W. Streissler: “Rau, Hermann and Roscher: contributions of German economics around the middle of the nineteenth century”, en: The European Journal of the History of Economic Thought, Volume 8, Issue 3, 2001, pp. 311-331.

44 Véase: Yukihiro Ikeda: “The development of economic theories in Germany: from Karl Heinrich Rau to Wilhelm Roscher”, en: The Dissemination of Economic Ideas. Edward Elgar Publishing Ltd., London, 2011, pp. 87-107

45 Véase el artículo de Christian Gehrke: “The reception and further elaboration of Ricardo’s theory of value and distribution in the German-speaking countries, 1817-1914”, en: Gilbert Faccarello y Masashi Izumo (Comp.): The Reception of David Ricardo in Continental Europe and Japan; Routledge, New York/ Oxon, 2014; además: Kurz, “Classical economics in German-speaking countries 1776-1850”, Chapter 22, en: H.D. Kurz, N. Salvadori (eds.), The Elgar Companion to Classical Economics, Edgard Elgar Publishing, Cheltenham, 1998.

46 John Watts: The Facts and Fictions of Political Economists: Being a Review of the Principles of the Science, Separating the True from the False; Abel Heywood, Manchester, 1842; evidente fuente de inspiración del joven owenista Engels; Marx poseía esta obra en su biblioteca personal de que extraerá extractos.

47 Rau, Karl Heinrich: Bd. 1: Grundsätze der Volkswirthschaftslehre, C.F. Winter, Heidelberg, 1826, p. 57 y ss.

48 Johann Schön: Die Staatswissenschaft, geschichts-philosophisch betrachtet; Korn Verlag, Breslau, 1840.

49 Engels an Marx, 17. März 1845.; en: Marx, Karl/ Engels, Friedrich: Gesamtausgabe (MEGA2), Dritte Abteilung, Briefwechsel bis April 1846, Band 1 MEGA2 III/1., Dietz Verlag, Berlin (DDR), 1975, p. 272; en español: Engels, Federico; Escritos de Juventud; FCE, México, 1981, p. 735.

50 En español: Engels, Federico; Escritos de Juventud; FCE, México, 1981, p. 272.

51 El ensayo ““Über Friedrich Lists Buch ‘Das nationale System der politischen Ökonomie’” nunca fue publicado en vida de Marx pero han sobrevivido 39 folios; las páginas 1-21 se han perdido. Fue publicado por primera vez en los Beiträge zur Geschichte der Arbeiterbewegung, June 1972, Heft III, DDR, pp. 423-446; sobre este manuscrito véase: Carl-Erich Vollgraf, “Karl Marx ubre die ökonomische Theorie von Friedrich List”; en: Wirtschafts Wissenschaft, 1977, Vol. 7, pp.991–1010

Autor: Nicolás González Varela

2 de abril de 2018.  ESPAÑA



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2 respuestas a "Marx y su encuentro con la Economía Política (II) [1]"

  1. … en el principio ‘dijiste, hablaba de todo sin conocer nada”.
    … ¿te leiste criticamente?
    … mezclaste (el copete dice) economia politica, politica economica, economia, geoeconomia, economica filosofia, economia literaria, etc.
    y, marx era, es, sera fi-lo-so-fo; te la pasaste hablando de 10.000 ‘tipos’, 1.000 sucesos, etc cualquiera (vos sos la prueba) con unas lecturas sabria lo mismo +o- ¿me pregunto? cuando te daras credito y pusieras un pensamiento ‘tuyo’, propio, la frida decia … quiero que pienses’

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