No voy a trabajar,no voy a trabajar

Comentarios sobre Los demasiado ocupados, incluido en el volumen Contra el trabajo.
Seamos sinceros: creo que todos, en algún momento, pensamos en cómo nos gustaría no ir a trabajar. Habrá quien sí cumplió el deseo y quien no; estos últimos quizá no encontraron los argumentos para hacer otras cosas y los venció la responsabilidad con miras en un “futuro mejor”. El filósofo estoico romano Séneca escribe: “¡Planean su vida a costa de su vida! Hacen proyectos a largo plazo, cuando la dilación es la mayor pérdida de su vida (…) El mayor obstáculo para vivir es la expectativa”.

La cita proviene del ensayo Los demasiado ocupados, incluido en el volumen Contra el trabajo, la entrega número doce de la celebrada colección Versus, impulsada por la editorial Tumbona.

Más punzante es Nietzsche, que en el texto Contra los apologistas del trabajo reflexiona: “Se comprende ahora muy bien, al contemplar el espectáculo del trabajo —es decir, esa actividad ardua que se extiende de la noche a la mañana—, que no hay mejor policía, pues sirve de freno a cada uno de nosotros y contribuye a que se detenga el desenvolvimiento de la razón, de los apetitos y de los deseos de independencia”.

En tiempos donde los workaholics proliferan y adoctrinan en el sentido de “cuánto trabajas, cuánto vales”, los seis ensayos que conforman este pequeño pero puntual volumen fungen como una especie de vacuna. Pero no confundamos, que no se trata de no trabajar por no trabajar, sino del derecho al ocio como ese rasgo que según Samuel Johnson define al ser humano y que en cierta forma nos permite tiempo para la creación, el ejercicio y hacer algo por nuestro entorno. Un ejemplo: en la Unión Europea —países con jornadas laborales menos extensas que el nuestro— 57% de la población pertenece a algún tipo de ONG. El Primer Mundo no sólo se mide por índices económicos, también por el nivel de desarrollo social e intelectual de la población. Para Russell, la obsesión laboral va de la mano de una serie de necesidades creadas y la mayoría de ellas prescindibles, sólo que al no tenerlas, generalmente el dinero no alcanza, el grado de frustración aumenta el resentimiento social que transformado en delincuencia, por ejemplo, encuentra su caldo de cultivo. Radical como siempre, E. M. Cioran expone en La maldición del trabajo: “El trabajo permanente e ininterrumpido adormece, trivializa y despersonaliza. El trabajo desplaza el centro de interés del hombre de lo subjetivo a lo objetivo de las cosas. En consecuencia, el hombre ya no se interesa por su propio destino, sino que se enfoca en los hechos y en las cosas”. Ni más ni menos.

¿Cuándo fue la última vez que un amigo, familiar o compañero lo hizo sentir mal porque él o ella estaban infinitamente ocupados y usted tenía quizá un par de horas libres para ir al cine o leer un buen libro? Tal vez la lectura le aligere o erradique ese cargo de conciencia. Después de todo, como decía un buen amigo, cómo será de malo el trabajo que pagan por hacerlo.

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Fuente: http://www.info7.com.mx/editorial.php?id=887&secc=17

MEXICO. 15 de junio de 2009



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Una respuesta a "No voy a trabajar,no voy a trabajar"

  1. PENSAMIENTO MAKILLADOR

    Hola soy un empleado Juan, Miguel, Antonio, José, Ismael, Rubén, etc, etc, etc, puedo ser cualquier ser humano oprimido, sobajado, apabullado, ignorado, denigrado, por quien por el sistema opresor, por el sistema interno de las garras de la maquila, por el sistema interno de pisotear al obrero, trabajador, maquilador, escucho ciertos refranes que para algunos suena a chiste pero para otros son como dagas de la denigración, arrieros somos y en la maquila andamos, hágame usted el grandísimo favor que en pleno siglo XXI todavía se ejecute este tipo de arbitrariedades, arbitrariedades que ni los mismos organismo reguladores de los conflicto obrero patronal pueden darle solución por darle cabida a las empresas pisoteadoras de humanos, este es la esclavitud moderna como dicen algunos de mis compañeros, es la esclavitud disfrazada y lo peor de las cosas es la esclavitud tolerada por los organismos reguladores llámese secretaria del trabajo y previsión social, llámese junta de conciliación y arbitraje al igual que los sindicatos inexistentes, el trabajador para donde se hace cuando el patrón lo oprime, le falta al respeto, lo denigra, lo mueve conforme se le da la gana sin explicación alguna, para donde se dirige ese obrero trabajador humillado, sobajado, por el patrón opresor devorador de almas esclavizadas de la esclavitud moderna, existe corrupción, existen arreglos por debajo de la mesa, existe cachetada con guante blanco, existe la zancadilla, existe el mobbing dentro del trabajo, existe violación a los derechos humanos que mas bien deberían llamarse inhumanos, a pero cuidado cuando te alzas contra aquel gigante de mentiras, atropellos, corrupción, denigración, exclusión, por que, por que no puedes hacer simplemente nada, tendrás que dejar a tus hijos y a tu esposa sin la miserable paga de la semana, la miserable paga a la que te obligan a todo y te recompensan a nada, la miserable paga que aunque tu seas el mejor de los obreros no es lo justo de la paga si no lo necesario para sobrevivir, esto es intolerante ante toda razón y circunstancia que un ser humano pueda soportar y que lo peor de todo llevar sobre sus hombros la carga de la exclusión y la denigración, cuidado a todo este tipo de empresas que manejan este tipo de sistema, aquel gigante de escoria y de mentiras tarde o temprano tendrá que caer, mientras el obrero siga en su profundo sueño y que mas bien no se si sea un sueño o una realidad con miedo y amenazas, ese día llegara tu final cuidado patrones opresores que ante la sociedad son como unos corderitos pero que en realidad son lobos con sus colmillos filados, esperando el momento para señalar quien será el siguiente obrero, empleado, trabajador que va a probar las dosis que lanza por medio de tus títeres para así poder lavarse las manos y decir yo no tengo nada que ver, es un empleado, obrero, trabajador, muy problemático, esa es la única excusa que das, es la única cara que presentas, pero por debajo de la mesa sucedió aquello que nadie creería posible, la tajada de la discordia esa es la manera como la podemos definir, a cuantos mas puedes comprar patrón opresor con tu imperio de MAKILLADORAS, estacionadas como chinches y garrapatas a la espalda del obrero y encima de todo aguantar tus caprichos, cuidado por que esto apenas esta iniciando obreros, trabajadores, empleados unirse es la solución, hay que unir fuerzas para exigir nuestros derechos, unir para terminar con el imperio opresor, unir para vivir y no sobrevivir……………………………..REVOLUCION CULTURAL.

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