Por Jaime Nubiola
He estado una semana en Buenos Aires con motivo de las X Jornadas “Peirce en Argentina”. He aprovechado estos días para reunirme con muchos amigos y conocidos. En la tarde del sábado tuve un amable encuentro con una docena de estudiantes en la cafetería «Lágrimas tintas» de la familia de uno de ellos. Habían puesto como título de nuestra reunión el de «Escribir: Rebelión contra la vida superficial».
Me gustó mucho la sesión, que duró un par de horas y en la que intervinieron los estudiantes con sus preguntas y comentarios. Sobre todo, les alenté a ganar en protagonismo de su propia vida a través de la escritura personal. Quedé reconfortado por la inquietud por aprender que manifestaban. Estoy persuadido de que son estos pequeños grupos de jóvenes los que realmente pueden cambiar el mundo. Cuando los jóvenes se reúnen para pensar, leer, escribir y escucharse unos a otros comienza de nuevo la filosofía.
Su ilusión por aprender trajo a mi memoria aquella frase atribuida al uruguayo Eduardo Galeano: «Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo».
Notas
Fuente: Jaime Nubiola
27 de septiembre de 2025. ESPA.A