Ahora la filosofia gana interes al tiempo que la religion pierde terreno


Rüdiger Safranski: Ahora la filosofia gana interes al tiempo que la religion pierde terreno
. El filósofo alemán inauguro el programa cultural de la Feria del Libro en una actividad promovida por el Goethe-Institut y la Embajada de Alemania.



Su obra ha recogido los años salvajes de la filosofía alemana, años y siglos en los que se pensaba con una fuerza que encuentra pocos precedentes en la historia de las ideas. Rüdiger Safranski (Rottweil, 1945) ha volcado todo su conocimiento en obras tan monumentales como Friedrich Schiller o la invención del idealismo alemán, Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo, Nietzsche. Biografía de su pensamiento o el frenético e iniciático Schopenhauer y los años salvajes de la filosofía.

PREGUNTA.- Alemania es el motor de la economía en Europa, ¿es también el motor de la filosofía actual?
RESPUESTA.-No se puede afirmar eso; en este momento no hay ningún motor, la filosofía actual es un concierto a muchas voces.

P.- Usted ha dedicado buena parte de su obra a los grandes maestros alemanes. ¿Echa de menos nombres como Nietzsche o Heidegger?
R.- Hay que decir que a Nietzsche se le descubrió después de que se volviera loco. Quizá haya ahora una figura parecida en alguna parte; al final siempre somos más sabios después de los hechos. A los grandes maestros se les conoce por su repercusión.

P.- ¿Se puede pensar aún con el martillo? ¿Se acabaron los años salvajes de la filosofía?
R.- Pensar con el martillo está de moda, pero hay que hacerlo de forma inteligente, como lo hacía Nietzsche. Hoy en día abunda el pensamiento en lemas que al final son todos lo mismo. El tiempo de la originalidad ha pasado. Sin embargo, estamos en una época muy buena para la filosofía, por lo menos en Alemania. La filosofía despierta más interés según la religión va perdiendo terreno. Las personas esperan ahora de la filosofía que les ayude en su vida y les abra nuevos horizontes espirituales.

P.- Schopenhauer miró a Oriente para enriquecer su filosofía. ¿Habría que hacerlo ahora también al tiempo que imponen sus líneas económicas y sociales?
R.- Schopenhauer se inspiró en la sabiduría oriental porque existía una sabiduría. Podemos aprender mucho de la esencia de lo oriental. En cuanto a su modelo económico, que es imitación del nuestro, no puede aportarnos mucho. No hay nada que aprender de esa mezcla de dictadura y capitalismo.

P.- ¿Se puede globalizar la buena cultura?
R.- La buena cultura se globaliza sola. La buena cultura es contagiosa.

P.- ¿De qué forma ha irrumpido los grandes hitos de la ciencia de los últimos años en la filosofía contemporánea?
R.- El mayor reto para la filosofía actual es la neurología; el determinismo del cerebro nos obliga a repensar la libertad creativa. En cuanto a otros terrenos, sigo pensando que para hacer metafísica siempre es mejor la filosofía.

P.- ¿Va en estos momentos la ciencia por delante de la filosofía?
R.- La ciencia y la filosofía no se mueven en el mismo terreno. La filosofía no puede estar en concurrencia con la investigación empírica porque es el arte de la reflexión. Para citar una frase algo provocadora de Heidegger: “La ciencia no piensa, eso lo tiene que hacer la filosofía.”

P.- ¿Ha tenido tentación de crear un corpus filosófico?
R.- La mejor manera de desarrollar mis propias ideas siempre ha sido a través de otras filosofías. Nunca me ha tentado construir mi propia “catedral”.

P.- ¿Cómo definiría la filosofía española? ¿Qué nombres destacaría?
R.- Como nombres destacaría a Unamuno, por su existencialismo, y a Ortega y Gasset, por su filosofía cultural tan dinámica. En cuanto a la filosofía española, me encanta cuando de vez en cuando se notan las raíces católicas. Tiene un sabor muy particular, como los taninos del vino tinto.
Fuente: http://www.elcultural.es/noticias/BUENOS_DIAS/1688/Rudiger_Safranski

SPAIN. 26 de mayo de 2011



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2 respuestas a "Ahora la filosofia gana interes al tiempo que la religion pierde terreno
"

  1. EL MERCURIO DIGITAL, publico:

    Rüdiger Safranski inaugura las actividades culturales de la Feria del Libro de Madrid

    El filósofo alemán Rüdiger Safranski ha inaugurado el programa cultural de la 70ª edición de la Feria del Libro de Madrid con una charla organizada por el Goethe-Institut, la Embajada de la República Federal de Alemania y la Feria del Libro de Madrid en el marco de las actividades dedicadas a Alemania, país invitado de este año.

    La ensayista y traductora Rosa Sala, que ha acompañado a Safranski en el acto, ha querido subrayar la labor pedagógica de la obra del filósofo sobre los pensadores alemanes. El gran éxito del autor alemán se debe a la claridad de sus escritos; una característica imprescindible para Safranski, ya que “una idea clara no significa que sea banal ni sencilla”. Ha subrayado que los filósofos no debían encerrarse en una torre de marfil académica pero que tampoco se tenía que buscar a toda costa la rentabilidad inmediata en el estudio de las“ciencias del espíritu”, como se viene haciendo cada vez más estos últimos años.

    Respecto a la tesis de que la filosofía pueda ser una herramienta para crear un mundo mejor con ciudadanos ilustrados, Rosa Sala ha querido recordar que tras 1945 sabemos que la lectura de Goethe y Schiller no impidió la matanza de millones de personas. ¿Cómo generar entonces el amor por la filosofía? Para Safranski, la filosofía nos permite resistir al pánico latente que nos provoca el flujo continuo de informaciones, desde Fukushima hasta los “pepinos españoles”. En cuanto a la tesis según la cual el Nacional Socialismo hubiera nacido del Romanticismo alemán, Safranski ha recordado que era errónea porque su ideología se basaba en encontrar las raíces interiores de cada uno, en mirar “el mundo de nuestros sueños”. En cambio el Nacional Solcialismo radicaba en un determinismo social inducido por un biologismo y naturalismo insano.

    El filósofo alemán ha querido cerrar su charla recordando la energía vital de los ilustres pensadores que ha retratado a lo largo de los años, como Schiller, Schopenhauer, Nietzsche o Heidegger, personajes imprescindibles en el entendimiento del mundo y de las ansias de libertad actuales.

    Rüdiger Safranski nació en 1945 en Rottweil, Baden-Württenberg (Alemania). Filósofo, ensayista y autor de prestigiosas biografías dedicadas a grandes personajes de la cultura alemana, entre 1965 y 1972 estudió filosofía, historia, germanística e historia del arte en Frankfurt del Meno y Berlín. Es miembro de la Academia Alemana de Lengua y Poesía y de la sección alemana del Pen-Club. Desde 2002 modera, junto al también filósofo Peter Sloterdijk el popular programa televisivo Das Philosophische Quartett. Sus ensayos y biografías, traducidos a diecisiete lenguas, le han valido numerosos premios y distinciones, como el Friedrich Märker 1995, el Ernst Robert Curtius 1998 y el Friedrich Nietzsche 2000. Además de los ensayos El mal (Ensayo 44 y Fábula 248) y ¿Cuánta globalización podemos soportar? (Ensayo 56), en España se han publicado las célebres biografías tituladas Un maestro de Alemania. Heidegger y su tiempo (Tiempo de Memoria 3 y Fábula 209), Nietzsche. Biografía de su pensamiento (Tiempo de Memoria 11 y Fábula 181), Schiller o La invención del idealismo alemán(Tiempo de Memoria 53) y Shopenhauer y Los años salvajes de la filosofía (Tiempo de Memoria 70).

    Fuente: http://www.elmercuriodigital.net/2011/05/rudiger-safranski-inaugura-las.html

    SPAIN. 28 de mayo de 2011

  2. ESTO ES PARA LOS ATEOS O INCREDULOS QUE CRITICAN AL CRISTIANISMO

    Piénsese lo que se piense, y así se le combata con todas las armas de que se pueda disponer, la religión, la verdadera religión, jamás podrá ser exterminada, ni en el menosprecio que se trate de despertar en los demás hacia ella, ni en la fría critica que se le haga con el fin de demostrar de un modo perverso su supuesta inutilidad o, para el colmo de la insensatez, la posibilidad imposible de su perjudicial influencia.
    Personalmente no me considero un cristiano al modo como lo he visto en la conducta ejemplar de muchos de los que he tenido la oportunidad de conocer; no me precio de ser un dechado de virtud; alejado estoy de eso, ya que si así no fuese, no me molestaría seguramente en responder como lo hago ahora a esos infames que, bajo los fingidos propósitos de colaborar para la construcción de una sociedad perfecta o saludable, afrentan y tratan de rebajar el sentido de lo que significa ser un cristiano sincero, profundo, y devoto, al estilo como seguramente esos filosofastros despreciadores de la vida ignoran. Pero si comparáramos el estilo de vida de esos señores con aquel del devoto cristiano, seguramente notaríamos una diferencia abismal. Y es que estos escépticos o ateos –francamente a mi importa una chapita aquello por lo que se tengan esos estafadores, ya que, sea una u otra cosa, igual están muertos en vida – pretenden en el fondo echar mano de la peste de su inmoralidad enfermiza para derribar la torre del cristianismo genuino, puro (es necesario remarcar esto porque al frente suyo existe una forma pervertida de religión, un invento diabólico y sutil al que se le ha dado en llamar catolicismo o iglesia universal, pero que no es sino la fuente de engaños más grande para engatusar a los verdaderos hijos de Dios en tiempos en que eran perseguidos. Pero ya me encargaré de esos impostores). Sí, digámoslo de una vez, en realidad ellos de lo único de lo que se preocupan es de volverse más ¨inteligentes¨, o ¨profundos¨, o, para su desgracia, sabihondos. Ellos no se preocupan por la sociedad, porque avalan ideas y doctrinas funestas para la mentalidad de la juventud y para la destrucción de la humanidad misma. Nietzsche y Marx eran de esos promotores del salvajismo moral que no les importaba un ápice, como tampoco a ese autócrata de los incrédulos, V. Lenin, no les importaba, digo, mejorar la situación de la moral social de su tiempo, y más bien crearon teorías y fomentaron ideas que propiamente no iban de la mano con los sabios consejos que un descarriado podría necesitar para encauzar su vida. Infelizmente muchos le siguieron, para su mal; y hoy mismo, según mi propia experiencia, en ninguna cátedra de ninguno de los nidos de herejías, o, perdón, de las escuelas de filosofía, se encarga nadie de decir la verdad acerca de esos olvidados de Dios.
    Pero no quiero seguir por ahora. Solo quiero, para acabar, decir lo siguiente: luchen cuanto puedan ustedes incrédulos de Dios por cavar su propia tumba en su intento de exterminar dialéctica o físicamente a quienes no sucumbirán jamás de sus creencias religiosas, luchen mientras tengan tiempo para hacerlo ya que este no será eterno, sino que algún día se acabará, al mismo tiempo que sus esperanzas para la redención, para el perdón de Dios. Es mi recomendación, no a titulo de uno que ya fue redimido, porque entonces les tendría lastima y tal vez oraría para que abandonen sus erradas sendas, sino en nombre de quien espera algún día no seguir echando piedras contra nadie que pretendiera criticar malsanamente, o en el peor de los casos burlarse, de aquellos prohombres de este mundo, de los únicos en quienes recae la suerte de ser los difusores verdaderos del mensaje de Dios para los últimos tiempos. Son pocos…pero son; ustedes incrédulos no lo comprenden, porque no lo sienten. Pero algún día será el tiempo, pero no para sentirlo no no no, sino para desesperarse por no haberlo hecho en toda una vida de oportunidades.
    No me queda nada más que decirles: sigan, sigan…filósofos ¨amantes de la sabiduría¨. Los engaños que bebieron en sus respectivas universidades donde se instruyeron, es como una telaraña que cautiva la mente al mismo tiempo que esteriliza el corazón. Cuando venga el día de su desengaño vendrá también el día de su aniquilación…

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