La filosofía del silencio

Usar las palabras para expresar nuestra necesidad de estar en silencio, aunque parezca una paradoja o juego semántico, es un ensayo que somete el decir al escrutinio de la reflexión. Este es el tópico que aborda el libro “Filosofía del silencio”, autoría de Alejandro Arvelo, donde se analiza una de las nuevas patologías de la modernidad, la “logofobia”, enfermedad que hace de los hombres seres dependientes del acto elocutivo.

“La sintomatología de la enfermedad del siglo es, por lo variable, de difícil catalogación. No obstante, aunque siempre presentan la misma intensidad y permanencia, sus pródromos son casi siempre los mismos: exceso de seguridad en lo que se cree y se dicta como verdad a los cuatro vientos, tendencia al monólogo, irrespeto por la tradición, infravaloración de los puntos de vista de los demás, presunción de que el sistema de creencias en el que se está es la mayor conquista racional de la humanidad, tendencia excesiva al particularismo, etc….”

Lo que Alejandro Arvelo nos advierte en este texto es una nueva dimensión del silencio, verlo como punto de partida para llegar a un fin concreto. Usarlo como filtro para encontrar la claridad de nuestras reflexiones, que sea éste el recipiente donde maduran nuestras ideas: “La tarea primordial de todo filósofo y aun de todo hombre sensato es poner orden en su morada interiorÖ” En este libro se nos plantea el silencio como una alternativa para reencontrarnos con nuestra subjetividad, con nuestra manera de interiorizar el mundo: “Si calla la garganta, alza el alma al viento su voz multicolor y planetaria. No hay vía regia hacia el auténtico filosofar sino a través de la serenidad que sólo bajo el ropaje tibio de la soledad verdece”.

Se nos propone callar al mundo para escucharnos a nosotros; pero escucharnos sin articular sonido, dialogar con nosotros para dejar al mundo exterior sin excusas para invadirnos con su angustia por defender el vicio de la constante locuacidad. Apartarnos de la necesidad de hablar aunque no tengamos nada qué decir, es un gesto que nos acercará a la luz.

Finalmente, cuando leemos “Filosofía del silencio”, nos damos cuenta de que, en vez de ganar, con esta lectura hemos perdido: perdido el temor a estar solos o, simplemente, a quedarnos callados.
Fuente: http://www.listindiario.com.do/app/article.aspx?id=81202

Santo Domingo, R. D. sábado, 15 de noviembre de 2008



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2 respuestas a "La filosofía del silencio"

  1. La reseña que se hace sobre el tema del libro, “Filosofía del Silencio”, es bastante explicativa. Invita a compartir el artículo y por supuesto, a adquirir el libro.

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