La filosofía ¿es inútil o un peligro?

A principios de este mes (Reforma, 3/10/15) el gobierno japonés ordenó a las universidades públicas eliminar los programas de humanidades y ciencias sociales y sustituirlos por “estudios con mayor valor utilitario” a partir del año entrante. O sea: lo que no deje, dejarlo.
Desde el gobierno están seguros de la inutilidad de pagar por enseñar a pensar; ya que para eso están el emperador y la clase política, los demás mortales no tienen más que trabajar fuerte y con eficiencia en las fábricas para poder exportar sus productos -o para consumo interno- a los precios más competitivos del mercado. Por otra parte, el propio periódico en su edición del lunes anterior (19/10/15) nos trajo una noticia alentadora: la editorial española Gredos lanzó al mercado en la ciudad de México una colección de filosofía clásica “que se vende por entregas semanales en puestos de revistas y periódicos”; el tiraje fue en función de cómo se había comportado el mercado previamente en España, Brasil y Argentina, donde no hubo mucha demanda. El precio aquí es inferior al que se vende en euros. Y no se trata de libros de “autoayuda”, que muchos los deben necesitar porque abundan en las librerías, sino de las obras originales de Platón, Aristóteles, Kant, Hegel, Marx, Descartes o Kierkegaard. Esto ha “asombrado” a los ejecutivos de la propia editorial y a los distribuidores en nuestro país. Se han agotado los primeros cuatro volúmenes; incluso se ha caído en la reventa. El distribuidor local dijo que en 26 años sólo había visto esta fiebre por la compra de un libro en dos ocasiones: uno de cocina y otro de Harry Potter. En fin, esta demanda de libros filosóficos en México no puede pasar inadvertida.

Pero ¿para qué sirve la filosofía? Fernando Savater que es un pensador -de quien dice Vargas Llosa que siempre termina poniéndose de acuerdo con él, aunque para ello tenga que renunciar a sus opiniones previas sobre determinado asunto- afirma que la filosofía “no es para salir de dudas, sino para entrar en ellas”. Y más adelante señala (La Aventura de Pensar) que la filosofía sirve para formarnos “un criterio”, es decir, un hilo conductor dentro del maremágnum de información con el que vivimos todos los días, de donde debemos tomar sólo lo útil como del trigo la semilla. Nicola Abbagnano (Diccionario de Filosofía) nos dice que para Platón la filosofía era “el uso del saber para ventaja del hombre”, que de nada nos serviría “la posesión de la ciencia de convertir las piedras en oro, si no nos supiéramos servir del oro; de nada serviría la ciencia que nos hiciera inmortales, si no supiéramos servirnos de la inmortalidad, etcétera”. De donde concluía: “Es necesaria una ciencia en la cual coincidan el hacer y el saber servirse de lo que se hace”. Y concluye el autor citado: “La filosofía de Platón está totalmente dirigida a modificar la forma de vida asociada y a fundarla en la justicia”.

Estas ideas no por antiguas -25 siglos-dejan de ser peligrosas. Si por un lado reflexionamos con Platón en que la sociedad debe estar fundada en la justicia y vemos lo que acontece a nuestro alrededor, esto puede conducirnos a convertirnos en revolucionarios, aunque no hayamos leído a Marx o Lenin. El tamaño de la dramática e injusta distribución de la riqueza es en sí mismo un elemento que alienta el espíritu revolucionario. Por otro lado, reflexionar y poner en duda el discurso político -el de todos, de los que tienen el poder y de los que aspiran a él-, nos daríamos cuenta del nivel de atontamiento colectivo en que hemos caído. Por eso en otros lados los políticos y empresarios corruptos caro pagan su pecado; sólo aquí no. Vivimos como en el paraíso del “no pasa nada”, porque en efecto, nada pasa.

Lo peligroso de la filosofía es que nos siembra el espíritu de la duda. Y eso no conviene a ninguno de los controladores sociales: ni a los políticos, ni a los empresarios, ni a los sacerdotes y mucho menos a los dueños de las grandes televisoras que son con mucho, las formadoras del “criterio” de los mexicanos en muchos aspectos. En virtud de ello es alentadora la demanda de libros de filosofía en nuestro país.

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Fuente: http://www.oem.com.mx/diariodexalapa/notas/n3982675.htm

23 de octubre de 2015. MEXICO



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