“Más que real, nuestro mundo es cerebral”

Entrevista al científico español Francisco J. Rubia
Francisco J. Rubia, catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, dejó hace años el laboratorio para centrarse en su labor de divulgador científico de la mente humana. El autor de libros de gran tirón comercial como «¿Qué sabes de tu cerebro?» pronunció ayer, junto a Juan de Carlos, investigador del Instituto Cajal, una conferencia sobre Santiago Ramón y Cajal (se celebra ahora el centenario del premio Nobel) enmarcada en los actos de la Semana de la ciencia de la Universidad de Oviedo.

¿Por qué se invierte tan poco en el cerebro?

Porque no estamos convencidos de su importancia. Porque se venía considerando el cerebro como un órgano sagrado debido al dualismo cartesiano que separaba el alma y el cuerpo. Lo que fue un avance en su tiempo (ocuparse del cuerpo sin entrar en conflicto con la Iglesia) fue después una rémora porque impidió que la neurociencia se ocupara de las funciones mentales, que es lo que está haciendo ahora con grandes avances que van a revolucionar la imagen que tenemos del mundo y de nosotros mismos.

¿En qué dirección?

Se discute si existe o no la libertad, el libre albedrío, tal y como lo consideramos. Los últimos estudios hablan de hasta qué punto el cerebro es una excepción del universo que no está sometido a las leyes deterministas de la naturaleza. Como tal materia, el cerebro tiene que estar sometido a las leyes de la naturaleza y por tanto ese libre albedrío es una ilusión cerebral. Aquí apenas ha llegado esta discusión.

Será que aquí todos nos sentimos libres.

Es lo que dice mucha gente, pero la impresión subjetiva es falsa, de la misma manera que la impresión subjetiva de que el Sol gira alrededor de la Tierra se demostró falsa. No nos podemos fiar de estas impresiones.

Van a dejar ustedes sin trabajo a los filósofos.

Hay filósofos que dicen que quien no tenga en cuenta los avances de la ciencia está perdido porque la neurociencia está tratando temas como la conciencia o el libre albedrío.

O la moral, ¿no?

La moral, también. Antonio Damasio ha escrito varios libros sobre esto, además con temas muy antiguos, del siglo XIX. Recuerda que un célebre capataz de las obras del ferrocarril en Virginia perdió el lóbulo frontal por un barreno que le atravesó el cerebro y se convirtió en un ser completamente amoral. De pronto un hombre afable se convierte en una fiera. Algo parecido a lo que ocurre en la novela de Stevenson «Doctor Jeckyll y Mr Hyde». Es decir, que la moral está en el cerebro y todo comportamiento humano, todas nuestras creencias y todas nuestras teorías científicas tienen una base orgánica en el cerebro. La realidad es cerebral, no es realidad externa. Lo que pensamos que es realidad externa es una proyección del cerebro hacia fuera.

¿Todo lo que vemos lo construimos nosotros?

La impresión subjetiva «esto es rojo, esto es verde», eso lo hace la construcción cerebral.

¿Somos entonces lo que es nuestro cerebro?

Por supuesto. Hace seis años acuñé en mi libro «El cerebro nos engaña» la frase de que más que real, nuestro mundo es cerebral. El yo es otra ilusión cerebral. El yo no existe. No hay nada perenne en nosotros. Tenemos la impresión subjetiva de que no cambiamos desde la cuna hasta la tumba. Eso es completamente falso.

¿Dedica algún momento del día a pensar en el alma?

El alma, desde el punto de vista de las neurociencias, no tiene ningún significado. Es una hipótesis que no sirve para nada porque no se puede demostrar ni falsificar. Pertenece al reino de la religión, no de la ciencia.

¿El cerebro sigue siendo el gran misterio?

Por supuesto. Pero estoy convencido de que en los próximos años la neurociencia va a acabar con la imagen que tenemos ahora.

¿En qué nos equivocamos?

Estamos completamente equivocados con respecto a nosotros y al mundo. Los últimos descubrimientos de la neurociencia son contraintuitivos. La impresión subjetiva nos dice que somos libres y que la espiritualidad está fuera y no dentro pero se está demostrando que puedo estimular determinadas partes del cerebro y producir experiencias espirituales.

Luego no somos libres.

Según la neurociencia, no.

Alguien habló del cerebro como la máquina perfecta del universo. ¿Suscribe la frase?

De ninguna manera. ¿Dónde está la perfección? En ninguna parte. Además, la naturaleza siempre usa materiales antiguos. La naturaleza es una gran chapucera. El ala, por ejemplo, no estaba pensada como ala para volar. Y así muchísimas cosas. Hay que leer más a Stephen Jay Gould, un biólogo de Harvard que dijo cosas preciosas: demostró que eso de que la evolución se dirige a un destino es mentira. Y segundo: eso de que la evolución nos lleva a organismos cada vez más complejos tampoco es cierto. Hay evolución a lo más simple también. Nos imaginamos que detrás nuestro viene un cerebro supercomplejo mucho mejor que el superhombre. Si estudiamos bien la evolución, no podemos sacar nunca esta conclusión.

¿No hay finalidad evolutiva en el desarrollo humano?

En absoluto. El principio antrópico es un cuento chino.

¿Perdón?

El principio antrópico dice que todo está orientado hacia el hombre para que éste adquiera autoconciencia. Para empezar, los chimpancés también tienen autoconciencia. Y el elefante se reconoce en el espejo. La autoconciencia es otro tabú que se ha caído por el suelo.

Antes creíamos que la Tierra era el centro del universo. Ahora lo somos nosotros.

Claro. Eso es antropocentrismo puro y duro. Según Freud, hubo tres revoluciones que habían lesionado el orgullo humano: la de Copérnico, porque quitó a la Tierra el centro del universo; la de Darwin, según la cual el hombre es el resultado de una larga serie evolutiva de animales, y tercera, la propia de Freud, que al decir que el inconsciente está controlando nuestros comportamientos sin que lo sepamos estaba destruyendo el orgullo de que el yo dominaba la consciencia.

¿Le convence la interpretación de los sueños de Freud?

No. Esa visión está completamente influenciada por el tabú sobre la sexualidad de la época victoriana. Aún no sabemos cuál es el sentido de los sueños. Hay teorías para todos los gustos. Unos dicen que en los sueños ensayamos tareas motoras. Pero durante el sueño no se aprende nada porque para aprender se necesita conciencia y en el sueño eso no existe. Huxley hablaba de la hipnopedia (aprendizaje durante el sueño) en «Un mundo feliz», pero hoy se ha demostrado que eso no es cierto.

¿Veremos pronto una terapia curativa para enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el párkinson?

Las terapias serán génicas. Podremos sacar los genes dañados y sustituirlos por los sanos. Todo lo demás serán terapias paliativas. No se ha encontrado ninguna droga que permita curar los síntomas y mucho menos la enfermedad.

¿Plazos para hallarlas?

No. La ciencia es exponencial. Depende de muchos factores.

Los avances en genómica, ¿cómo nos pueden ayudar en el conocimiento del cerebro?

Estoy convencido de que cuando analicemos la expresión de cada uno de los genes que ya conocemos nos daremos cuenta hasta qué punto estamos preprogramados. Siempre hemos soñado con que nacemos con una tabula rasa y que la educación lo es todo pero eso es absolutamente falso. Kant dijo que vemos el mundo a través de los anteojos de los prejuicios y de las distintas categorías. Ahora vamos a encontrar muchas más. Se ha demostrado que el niño nace con un sentido biológico, que sabe diferenciar lo animado de lo inanimado. Tiene una serie de predisposiciones y lo único que necesita es un entorno apropiado para desarrollar estas facultades.

¿Sabemos usar el cerebro?

Qué va. Un ejemplo: la creatividad usa elementos conscientes e inconscientes. Los elementos inconscientes están mucho más cerca del hemisferio derecho que del izquierdo. En América se está educando en algunas escuelas a desarrollar el hemisferio derecho. Deberíamos hacer lo mismo aquí. Habrá que fomentar la creatividad para mejorar el rendimiento de la especie.

¿Cuál es el gran mérito de Santiago Ramón y Cajal?

Sentó las bases histológicas celulares de la neurociencia. Nadie le niega esa importancia. En algunos de sus escritos ya se anticipa a algunos descubrimientos que ahora preocupan a los neurocientíficos como el problema de la conciencia o la libertad.

Fuera de la comunidad científica, ¿sigue siendo un desconocido?

Bueno, es el único Nobel que tenemos realmente español.

¿Y Severo Ochoa?

Ochoa lo hizo todo en América. Cajal lo hizo todo en España y en condiciones muy inferiores a las de Ochoa en Nueva York.

Cajal dijo que todo hombre puede esculpir su cerebro.

Hasta cierto punto. La genética no se la salta nadie. Si Mozart nace en África no hay Mozart. Esa es la influencia del ambiente. Pero si Mozart no tiene predisposición para la música, ni en Salzburgo hay Mozart. Yo tengo dos hijas que han tenido la misma educación y el mismo entorno y no tienen nada en común. El siglo XX fue el siglo de la psicología y el medio ambiente. Ahora habría que volcarse más en la genética.

¿Tiene remedio la violencia de la especie humana?

Ahora estamos soñando con una civilización sin violencia, lo cual es absurdo porque tendríamos que renunciar a nuestro pasado biológico. Mientras tengamos hormonas, testosterona y todo nuestro pasado biológico seguiremos siendo animales violentos.

Nota aparecida en el Diario La Nueva España
www.lne.es



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5 respuestas a "“Más que real, nuestro mundo es cerebral”"

  1. quisiera saber q es el mundo! y si existen cosas en el q aun no tengan palabras para describirlas. Existen palabras q no tengan referente con la realidad?, me explico como el amor. no se sabe q es solo se dice q existe.
    me gustaria saber la opiniones de ustedes acerca de esta temática del mundo real e irreal, tangible y no tangible!!
    gracias…

  2. Tienen razon algunos sobre esto pero poco a poco nosotros nos vamos dando cuenta que hay algo mas en este “mundo” la vida que llevamos podria ser falsa no lo se solo tu lo sientes.

  3. Con todo el respeto que memerces siendo colegas,
    creo que no tienes derecho a expresarte de esa manera del cerebro ,el mundo material no depende del cerebro ;son ajenos , el cerebro es un intrumento para interpretar ese mundo material , por tanto cada cerebro es unico ya que lo interpreta de una manera irrepetible , pero la realidad no cambia , el cerebro como tal tampoco , de ahi la maravilla de la individualidad.
    Por mas neurociencia que apliques solo conoceras la fisioligia , pero eso no cambia en nada la experiencia, hasta para un cerebro enfermo la interpretacion de la realidad es valida.
    Y no hay que ser tan inteligentes para saber que si estimulas ciertas zonas del cerbro se altera la percepcion de la realidad , el canabis lo hace , pero no por esto la realidad cambia .

  4. tengo 20 años no heleido mucho ,pero se que todo es cuestion de fe,estamos en inmersos en un mar de de ideas absolutamente todo lo que vivimos ,expresamos ,vemos, sentimos ,compartimos son tan solo ideas ,informacion en general, no hay dos visiones iguales del amor ni de la verdad y la justicia una linea muy delgada nos separa del “bien” o el mal actuar”segun cada paradigma .esta vida puede ser irreal o real dependiendo del concepto que tu poseas de ralidad al amor puede ser palpable viendolo del modo en que un pensamiento desencadena una serie de acontecimientos y en cuanto a el amor puede ser tan solo una reaccion quimica de un pansamiento o de infinidad de ellos ;tal vez somos una cantidad infinita de entidades creando nuestro propio universo……

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