Mitos, ritos y creencias

Actualmente en las instalaciones de posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras se imparte, desde el 7 de marzo y durante diez sesiones sabatinas, un diplomado destinado a particularizar en el norte de México los mitos a los que se vincula la actividad cotidiana y los ritos que llenan nuestra vida diaria.
El persignarse al pasar por una iglesia, la idea de Monterrey como una ciudad emprendedora, las fiestas del Niño Fidencio, la creciente devoción por la Santa Muerte: nuestra vida diaria se encuentra llena de mitos, de ritos, de creencias. La manera en que ellos se entrelazan, sus redes, vínculos y orígenes nos habla mucho de una sociedad.

Cristóbal López Carrera y Nydia Prieto Chávez son un par de investigadores cuyo interés se centra en estos mitos, ritos y creencias. Cristóbal es licenciado en historia por la misma facultad y cuenta además con una maestría en humanidades por parte de la Universidad de Monterrey. Nydia es egresada de Psicología de la UANL.

¿Hay alguna manera en que podamos definir “mito”?

Cristóbal: Nosotros partimos de una definición operativa básica, aunque como quiera veríamos otras subjetivas y apostaríamos a que otra gente la complemente. Básicamente sería una historia sagrada o ejemplar que confiere significado, es una estructura narrativa básica, pero que está enmarcada dentro de un horizonte de perspectivas de sentido más allá de la cotidianeidad. Ese sentido es desde la perspectiva antropológica, no es esta idea del mito que regularmente se maneja en medios como “mentira”, acá sería el mito como historia o utopía movilizadora, aunque esté fragmentada.

Nydia: La triada del mito, rito y creencia también la pensamos un poco desde el “pienso, creo y actúo” de todo ser humano, teniendo en cuenta que todo actuar humano tiene de trasfondo un mito o una creencia, una forma de pensar. Es una intención de pensar en cómo actúa la gente, qué es lo que rige ese actuar.

Cristóbal: Pensamiento y acción, la narrativa del mito se hace en relación con eso. Por ejemplo, hay mitos de origen en el noroeste, entre la población indígena de la costa de Sonora, mitos acuáticos vinculados con el mar. En la práctica de los grupos indígenas sigue siendo importante la pesca. La actividad cotidiana de alguna manera concreta está vinculada al mito. Pero igual no es sólo para los indígenas, podríamos pensar en el centro-norte los mitos en torno a Pancho Villa, un personaje histórico se convierte en mito y luego da origen a creencias y acciones porque hay gente que le reza, que lo ha convertido en santo.

El norte es muy rico en cuanto a casos, mencionas a Pancho Villa, también está el Niño Fidencio o la Santa Muerte. ¿Qué elementos del norte influyen en la manera de concebir el mito?

Cristóbal: El norte, como cualquier otra parte del mundo, tiene particularidades históricas específicas y algunas generalidades que lo conectan con todo. La historia misma de la región, una historia afincada en grupos cazadores-recolectores, eso sería una particularidad. Hay una historia y una mitología afincados en la prehistoria. Vamos a encontrar creencias, costumbres o tradiciones o hasta mitos que tienen que ver no con cientos de años, sino con miles de años. Y por otro extremo tendríamos el ciclo industrial que tiene cien años y que ha generado una serie de mitos. La región tiene ciertas particularidades económicas que la lanzaron de la prehistoria a la modernidad en trescientos años. Hay una mitología industrial, la mitología del desierto en Monterrey, la característica productiva en la región del noreste ha hecho que se crea en mitos como “el vencer al desierto” o las “doce familias emprendedoras”, algunas particularidades económicas están muy relacionadas con el mito.

En Torreón es donde se mantiene mucho ese lema de “vencimos al desierto”.

Cristóbal: En el caso de Torreón sí aplicaría, es una historia ejemplar. El mito se convierte en movilizador, pero a veces sí tiene correspondencia y otras veces es ideológico.

Nydia: Respecto al mito de que en Nuevo León hay desierto, veíamos una nota en el periódico donde dicen desde México que iban a hacer una novela sobre el paisaje de Nuevo León y esperaban ver el desierto. Y empiezan a mostrar una serie de cascadas y de bosques, como sorprendidos de que pudiera haber ese paisaje, cuando sí existe.

Hablando de otras particularidades sobre los ritos aquí en el noreste, está la particularidad del rito de Fidencio, cómo se lleva en lo individual, en grupos familiares, siempre hay un altar donde está el Santo Niño Fidencio, pero también está el culto a San Judas, a la Virgen de Guadalupe. También podemos hablar de los grafitis de la Virgen de Guadalupe en las colonias, que para el barrio el hecho de que los chavos banda pinten el mural de la Virgen les da un sentido de pertenencia y de acogida a estos muchachos.

Ayuda a crear un sentimiento de identidad.

Cristóbal: Claro, y también construye historias. Hay cosas muy contemporáneas que se convierten en historias ejemplares que dan identidad y dan sentido. Si alguien pinta una Virgen de Guadalupe y establece los elementos de la banda, sus símbolos de grafiti, a veces el mural tiene una serie de historias y compartimientos. Nos ha tocado ver figuras en colonias en las que había veladoras. El mural se convierte en altar, todo este sistema de mitología y poética cotidiana, el “yo me identifico y formo parte de…”, son pequeños horizontes de sentido.

Mencionabas ahorita a la Santa Muerte. La Santa Muerte ahorita se convertiría en un componente mitológico particular aquí en el norte porque vamos a encontrar iconografía, objetos, creencias en torno a ella en el centro-norte y en el noroeste. En todo el sur de Estados Unidos está presente, pero está más cargado para el noreste. Aquí hay capillas públicas abiertas, hay identificación de la Santa Muerte con grupos de la delincuencia organizada o al menos una asimilación, hay un arraigo de este componente mágico-religioso en la zona.

Aunque la Santa Muerte parece ser que tiene su origen en la ciudad de México, en el centro.

Cristóbal: Las investigaciones no nos permiten rastrear, aunque hay orígenes probables. Una investigación dice que había una efigie de la Santa Muerte en una población minera de Zacatecas, en la época colonial, en esta dinámica de que es una labor muy peligrosa. Es una referencia histórica. Hay otra referencia de que hace ya treinta años existía la figura, pero de un modo muy marginal. No queda muy claro, lo cual no es un problema porque en literatura popular no puedes encontrar el origen, es muy raro, salvo casos extraordinarios como el de Fidencio, que está afincado ahí, aunque los componentes de Fidencio son de muchas partes: tiene un poco de espiritismo europeo, tiene un poco de curanderismo tradicional, de religiosidad católica.

Hay gente que dice que la Santa Muerte remite a los cultos prehispánicos de la muerte, pero la figura, si la toma uno como tal, es medieval; es una figura avalada por la Iglesia católica en la época medieval. Es una síntesis de componentes. La particularidad son las historias de “revelación” de la Santa Muerte porque aquí sí hay historia acerca de la revelación de la Santa Muerte dentro los sueños o como aparición para empezar a rendirle culto, que son las historias que la gente platica de cómo empezó a rendirle culto. El origen histórico concreto sería muy difícil.

¿Qué tan indispensable son los mitos para nuestra vida diaria, como seres humanos, como seres sociales?

Nydia: La parte de los mitos es esta parte ideológica, sustancial. La triada mito-rito-creencia se alimenta continuamente. Nuestra vida diaria está llena de ritos, desde pasar frente a una iglesia y persignarte o decirle a la gente “salud” cuando estornuda, y las creencias no se diga. Estos mitos están dentro de la parte ideológica, de nuestra estructura de pensamiento. ¿Por qué a veces uno no entiende a gente de otras culturas? Porque sus mitos y sus ritos son diferentes a los nuestros, su cosmogonía, aun en la actualidad. Esto de los mitos no es particularidad de culturas aborígenes.

Cristóbal: Estamos inmersos. Nosotros trabajamos mucho la lírica popular porque es como un termómetro. Ésta te refleja cómo la gente etiqueta y clasifica y ve determinados sujetos, por ejemplo, del crimen organizado. Aparece el Señor de los Cielos, los barones de la droga y el narcotráfico, son etiquetas que hasta parecen etiquetas tribales. Hasta el más materialista de alguna manera se maneja con historias ejemplares que le dan sentido a su actuar cotidiano. Y no es algo que digamos nosotros, sino que se ha trabajado durante mucho tiempo. Es una antología viva, andante, que está ahí y que muchas veces no reflexionamos.
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by gore mitológico



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5 respuestas a "Mitos, ritos y creencias"

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