Murió Samuel Schkolnik, filósofo y narrador de ideas audaces

Las aulas de la Facultad, los cafés y hasta las veredas de su ciudad hoy parecen estar vacíos. El filósofo tucumano Samuel “Lito” Schkolnik falleció ayer a los 66 años. Schkolnik era doctor en Filosofía por la Universidad Nacional de Tucumán, donde ejerció como profesor titular de Etica y de Historia de la Filosofía contemporánea, en la Facultad de Filosofía y Letras.
Además de numerosos artículos, publicó “Tiempo y sociedad” (resultado de su tesis de doctorado), el libro de aforismos filosóficos “Algunas claves”, la novela “Salven nuestras almas” y más recientemente “Parker 55”, su personaje literario “González”, que inauguró en las páginas de LA GACETA literaria, de la cual fue colaborador permanente desde 1973. Alejado deliberadamente de la escritura académica, se expresaba con maestría en el estilo ensayístico.

Schkolnik realizó aportes en las áreas de la filosofía de la mente, la ética, el pensamiento de Jorge Luis Borges, la condición humana, la filosofía del tiempo, la semiología y las ciencias sociales, la filosofía política y la relación entre lo real y lo posible, entre otras.

En la mirada de los otros
Aquí van algunos testimonios de quienes, con seguridad, extrañarán algún otro café compartido. “Fue unos de los grandes profesores de la Facultad, un auténtico intelectual. Escritor exquisito en el razonamiento y en el uso del lenguaje, muy original en sus ideas. Fue el colega de la Facultad con quien más me identifiqué por su compromiso con la educación y con el pensamiento”. Licenciado Roberto Pucci, investigador y docente de Metodología de la Historia en la UNT.

“Se ha sido un gran amigo. Un hito fundamental en la filosofía. Transitó desde los grandes filósofos antiguos hasta los contemporáneos; era un estudioso de los temas lenguaje, tiempo y sociedad. Sumamente inteligente y criterioso; era un deleite compartir con él un café. Entonces afloraban su gran sentido del humor y su ironía. Cualquier tema de la realidad le disparaba un debate filosófico, con su hablar pausado y profundo. Odiaba la burocracia; amaba fumar. Lito, nada lineal, todo un personaje.” Susana Maidana, doctora en Filosofía, secretaria académica de la UNT.

Serenidad y templanza
“Empecé a frecuentar a Samuel Schkolnik hace más de 40 años, cuando un puñado de adolescentes atendíamos sus clases en el Gymnasium Universitario. Ya entonces despertó en mí gran admiración ese tono reposado y meditativo tan suyo. Sus palabras fluían, cinceladas por un escultor de conceptos o un refinado pulidor de ideas, como refinadamente pulía los lentes su admirado Spinoza. Luego asistí a sus clases en la facultad. En los tormentosos años setenta Lito era testimonio cabal de serenidad y templanza. A su proverbial talento intelectual sumó la entereza para afrontar los duros golpes de la vida: el accidente mortal que se llevó a su esposa o cuando le tocó sufrir las cruentas adversidades de la dictadura militar. Entonces supo sacar energías para dar clases no menos fructíferas que las que daba en la UNT, pues a la riqueza de los conocimientos que sabía transmitir sumaba la lección de vida íntegra que supo vivir. No somos pocos los que en estos últimos años, entre cafés, pasillos y aulas pudimos seguir disfrutando de la bonhomía y de la sabiduría de Lito. Sirvan estas palabras como testimonio de gratitud por un hombre que supo encarnar el aserto spinoziano que dice: ’Sentimos y experimentamos que somos eternos’ “. Eduardo Ruiz Pesce, doctor en Filosofía, docente de Filosofía de la Historia, UNT.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/399121/Informacion_General/Murio_Samuel_Schkolnik_filosofo_narrador_ideas_audaces.html

ARGENTINA. 18 de septiembre de 2010



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