Narro y la educación

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Su voz ha sido de las pocas que sabe decir lo que se tiene que decir en estos difíciles momentos para México
Reivindicar el derecho de todo mexicano a la educación, demandar una política de Estado en materia de educación, ciencia y tecnología, arte, cultura y humanidades; subrayar la importancia de que la educación pública sea laica, ajena a cualquier fundamentalismo; destacar el papel de la educación superior para impedir que México sea un país maquilador; defender los valores del humanismo en una sociedad globalizada; llamar a reforzar el compromiso de las universidades y del conocimiento que producen con los socialmente marginados, son algunos de los planteamientos que en distintos foros ha reiterado José Narro Robles, rector de la UNAM.

Su voz ha sido de las pocas que sabe decir lo que se tiene que decir en estos difíciles momentos para México: hay que apostarle como país a la educación superior. Es “inadmisible”, como señaló recientemente, que 73 de cada 100 jóvenes en edad de ser estudiantes en alguna universidad no tengan acceso a éstas. Actualmente, ser alumno de una universidad es un privilegio, cuando debiera ser un derecho. La democracia incluye garantizar el acceso a la educación a las diferentes capas de la población, en particular a las más pobres.

Mientras la clase política nacional tiene de nula credibilidad, el pensamiento crítico y fundamentado, surgido de figuras como la del rector Narro Robles, devuelve a las universidades públicas su papel como promotoras del pensamiento crítico.

“Para el ser humano el conocimiento siempre ha sido importante, pero ahora es fundamental. No hay campo de la vida en el que no influya el saber; por esto preocupa tanto el desinterés de algunos en la materia, como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión”, ha dicho Narro Robles.

“Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila o a la medianía en el desarrollo”.

Por ello, ha apuntado, “resulta indispensable reivindicar el derecho a la educación. Por ello, es necesario insistir y volverlo a hacer muchas veces. La educación es vía de superación humana, de la individual y de la colectiva. Concebirla como un derecho fundamental es uno de los mayores avances éticos de la historia”.

“A algunos les puede parecer que hablar de valores o de humanismo es asunto del pasado, del Renacimiento o del siglo XIX. Se equivocan. También lo es de ahora y del futuro. Frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre”.
http://www.informador.com.mx/mexico/2009/159556/6/narro-y-la-educacion.htm

by gore puma



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Una respuesta a "Narro y la educación"

  1. Los NI- NI´s

    No hace mucho tiempo, una de las frases más comunes para ligar o para conocer gente era preguntar: “Y tú ¿estudias o trabajas?” y aunque la frase pocas veces tenía éxito representaba y aún representa una forma de entender la sociedad y a sus miembros productivos; si no se estudia, de trabaja.

    Los NI- NI´s son aquellas personas que ni estudian ni trabajan. Estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalan que son al rededor de 7 millones de jóvenes en edad productiva que pertenecen a este sector. No estudian y tampoco trabajan.

    La falta de oportunidades y de valores en casa provoca que para estas generaciones sea difícil cursar una carrera o bien encontrar un trabajo para satisfacer sus necesidades.

    José Narro, Rector de la UNAM señaló que hace falta una revisión en la escala de valores de la sociedad actual, misma que pareciera privilegiar más la acumulación rápida de dinero que el esfuerzo, el trabajo o la honestidad.

    Son los NI-NI´s las fuerzas de reserva de la delincuencia organizada. Especialistas como Gustavo Saraví señalan que el crimen ofrece a estos muchachos las recompensas, el reconocimiento y el dinero que no encontraron en la sociedad de manera legal.

    El hecho de no estudiar (tener una perspectiva de carrera profesional) y de no trabajar (carecer de perspectiva laboral) los coloca en una situación delicada, donde una buena oferta de desarrollo rápido y con relativamente poco esfuerzo puede seducirlos.

    ml

    Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/644085.html

    4 de diciembre de 2009

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