Sobre equilibrio y perfección

E STOY convencido de que los melómanos tenemos la suerte de vivir más y mejor. Esta afirmación la hago extensiva a la fauna de los amantes de las artes y, en consecuencia, de la belleza en cualquiera de las formas que cada uno interprete como tal. Las artes mejoran al ser humano y si no lo hicieran, al menos, producen placer al que con ellas se deleita. Claro está que este placer no puede ser consecuencia de la moda o de lo impuesto por el canon sin más, tiene que ser algo más profundo, una experiencia que deviene de la exploración, de la búsqueda, de engolfarse a lo largo de la vida por los laberintos que te llevan a espacios abiertos en los que se encuentran los tesoros que van formando la verdadera cultura, paraje al que llegan de verdad pocos, muy pocos.
Este planteamiento general se hace música en la extraordinaria antología de Godwin sobre un concepto tan repetido cuanto debatido y hasta misterioso como el de la ‘Armonía de las esferas’. Antes de seguir, una felicitación muy sincera a la editorial Atalanta por publicar estos libros y por hacerlo con tanta belleza. La edición por sí misma es un placer para la vista y, por supuesto, para la lectura.

Palabras con relación

Armonía y esfera son palabras que tienen una relación sustancial, íntima, original por mejor decir. La primera, en todas sus acepciones, repite conceptos como ajustamiento, acorde, bien concertada y grata variedad de sonidos, proporción y correspondencia. Como podemos comprobar, la idea de equilibrio y de perfección es esencial al significado de un término que en la teoría artística clásicas era un objetivo irrenunciable para el artista. La esfera es el sólido terminado por una superficie curva cuyos puntos equidistan del centro y es también el Cielo que rodea la Tierra. La esfera es el infinito de los puntos y el mapa de la perfección, de nuevo la palabra que une a los dos conceptos. Armonía y orden del universo de las notas y de los acordes.

He descubierto hace poco un compositor alemán, Segismundo Neukomm, creo que muy poco conocido. Escribió una Misa Solemnis para la coronación del rey Juan VI de Portugal, el que salió huyendo de Napoleón y no paró hasta llegar a Brasil. La obra es una pieza excepcional de este tipo de composición. Escucharla me produce un disfrute grande y desinteresado, es el gusto de las partes ajustadas a principios de armonía. Su sentido es el que le quiera otorgar; por ejemplo, la presencia de la alta cultura europea en Río de Janeiro en aquella época o la universalidad del poder lusitano. Cada cual oirá a su modo pero no me cabe duda de que en esta obra la armonía de las esferas alcanza un alto nivel, aunque sea en el ‘grosero’ plano material, pero no me ha sido dado otro. La antología de Godwin reúne textos de autores que van desde el fundacional de Platón en el ‘Timeo’ hasta escritores ilustrados y románticos como Rudolf Haase, con el que se cierran los cuarenta y ocho que están recopilados. El pasaje platónico relata cómo el Demiurgo creó el Alma del Mundo dividiendo la materia o sustancia originaria en intervalos armónicos. Sobre este principio los autores aportan sus comentarios en función de las diferentes épocas. Las aportaciones de cada uno parecen extrañas y lejanas de las ciencias como las entendemos hoy pero no hay que envanecerse, el misterio sigue aquí. Las preguntas son mucho más abundantes que las respuestas. Nombres conocidos como Tolomeo, Kepler y Newton van de la mano de Azbel, extraño personaje del ‘fin de siècle’ francés y de los Hermanos de la Pureza, aquel núcleo hermético de Irak en el siglo X, entre otros.

Una intuición

La escuela pitagórica estableció que había algo musical en el cosmos y algo cósmico en la música. Se trata de una intuición que Hermes Trimegisto formuló con su conocida afirmación: «Lo que está abajo es como lo que está arriba; y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de lo único». Se trata de la correspondencia. En el lenguaje Saussure lo explicó de manera que todos los elementos del sistema se sostienen, se equilibran, ocupan su lugar como las teselas en el mosaico, en este caso, en el de la comunicación.

Algunos autores afirman que han llegado a escuchar esa armonía cósmica pero después de que el mundo material no esté presente; por medio del sueño o de la videncia, por medio de los muchos caminos que las diferentes religiones unifican en el término de mística. Como afirmé antes, a la inmensa mayoría nos es dado encontrar esta perfección en un edificio, en un poema, en un cuadro, en un paisaje, en muchas creaciones de la imaginación, de la intuición, de la naturaleza, de la técnica trascendida en arte.

Claro está que era más cómodo asumir la creación que la incertidumbre del agujero negro pero siempre nos quedarán las artes y para el que escribe es suficiente.

ARMONÍA DE LAS ESFERAS
Joscelyn Godwin.
Editorial: Atalanta.
Nº Págs.: 619 páginas.
Fuente: http://www.diariosur.es/20091023/cultura/sobre-equilibrio-perfeccion-20091023.html

SPAIN. 23 de octubre de 2009



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Una respuesta a "Sobre equilibrio y perfección"

  1. Hola, me a gustado mucho este escrito, los distintos temas que tocas me han servido para unir algunos puntos que ya tenia sobre ellos por separado, interesante tu forma de exponerlos y entrelazarlos, gracias.

    Salut. Joan

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