“Teoría Crítica”: Pensar la sociedad para transformarla.

“Las formas de dominación han cambiado: han llegado a ser cada vez más técnicas, productivas, e inclusive benéficas (…)”. Herbert Marcuse

Desde los tempranos llamados así, “manuscritos juveniles” del joven Marx contenidos en los “Manuscritos económicos-filosóficos de 1844” ya se advierte la radical postura de la teoría materialista-dialéctica de la Historia. Dice el primer Marx que sostiene que : “los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo” (Tesis XI. Tesis sobre Feuerbach).

Citamos esta tesis de Marx porque queremos ilustrar el intenso carácter revolucionario y radicalmente transformador que representó la Teoría Crítica desde el punto de vista teórico-metodológico para la Sociología en particular y las Ciencias Sociales en general.

La Teoría Crítica representada por Max Horkheimer, Theodor Adorno, Jurgen Habermas, Herbert Marcuse y Walter Benjamin postuló, cada uno desde un ámbito de análisis teórico-filosófico, lo que se puede considerar como una verdadera “ruptura epistemológica” con la ciencia tradicional que gobernaba los hábitos intelectuales/académicos de la Europa de los años 20 y 30 del siglo pasado.

Los aportes teóricos de esta corriente de pensamiento, también conocida como la “Escuela de Frankfurt” hincan sus raíces en no pocas categorías y conceptualizaciones de naturaleza marxista pero sustantivándolas y renovando el análisis e interpretación de fenómenos que atraviesan cardinalmente la sociedad contemporánea experimentó cruelmente el trágico ascenso del nazi-fascismo hitleriano de la década de los años 30; las consecuencias que trajo consigo la postindustrialización capitalista, los efectos de la ideología autoritaria y la enajenación cultural del sujeto histórico de la transformación social y política de la Europa de los años veinte de la pasada centuria.

A la postre, Jurgen Habermas resultó el más filosófico de los frankfurtianos; ocupándose de proponer una concepción vasta de una “Teoría de la acción comunicativa” de inéditas proyecciones universales y de inobjetables rasgos renovadores dentro de los estudios de la Socio-antropología del lenguaje y la teoría de la dominación capitalista. Theodor Adorno, hizo más énfasis en los estudios sobre la ideología y el arte, los mecanismos de reproducción de los intereses clasistas que comporta la estética como cosmovisión artística de una racionalidad teórico-instrumental profundamente burocrática que anula y envilece al sujeto creador de la obra de arte.

Por otra parte, Herbert Marcuse postuló una ética del desacato antiautoritario con su hasta ahora no suficientemente valorada obra “El hombre unidimensional” que caló hondo en la sensibilidad juvenil de las demandas estudiantiles del Mayo francés y las revueltas universitarias de Berkeley en los EE.UU. La obra de Marcuse significó un vasto intento por explicar que el concepto de dominación del hombre por el hombre era, desde el punto de vista lógico, anterior al concepto de represión sostenido por Sigmund Freud. En su libro Eros y Civilización (1953) Marcuse sostuvo que “la división del trabajo y el reparto de la abundancia y de la escasez suponía una racionalización que permitiera la aplicación de una sobrerepresión o represión sobrante de un grupo sobre otro. Esto permitió que la dominación del hombre por el hombre se convirtiera en una realidad institucionalizada que reflejaba una racionalidad que aparecía ahora como necesaria para dicha sociedad.”

Un año después, Marcuse publicó El hombre unidimensional, libro en el cual continúa con sus demoledores análisis críticos en torno a los nuevos modos o modalidades de alienación propios de la civilización capitalista actual. Según Marcuse la sociedad capitalista, postindustrial ha terminado por crear un nuevo tipo de hombre: el hombre unidimensional; es decir, en palabras del propio Marcuse “una ausencia de libertad, cómoda, suave, razonable y democrática, en la que se desvanece todo contraste o conflicto entre lo dado y lo posible”. Uno de los rasgos característicos del hombre unidimensional hace creer de que se goza de una igualdad perfecta, tal ilusión (fetichismo jurídico) es reforzada por los medios de comunicación que son los encargados de promover un estilo de vida acorde con las pautas de la racionalidad productiva de la lógica capitalista.

Es pertinente señalar que dentro de tal sistema cultural que identifica Marcuse se produce una aparente libertad que no es tal y que le permite al individuo elegir “libremente” (las comillas son nuestras) entre varios bienes y servicios pero obviamente tal elección no es efectivamente libre, pues la existencia de tales bienes significa exactamente la presencia de sutiles y subliminales mecanismos de dominación que no pueden ser advertidos por la mayoría de los individuos sometidos y sojuzgados por la maquinaria alienante del capitalismo. La sociedad capitalista, llamada por este teórico de la Escuela de Frankfurt “sociedad del bienestar” “los individuos sufren y padecen una de las más sofisticadas formas de alienación en las que no pueden ser conscientes de su propia infelicidad. De ahí que dicha sociedad nunca sea revolucionaria, pues la lucha de clases, como motor del cambio histórico, es un simple sinsentido.”

“La Escuela de Frankfurt” como también se le conoce a los fundadores y exponentes de la “dialéctica negativa” propició con sus enfoques “freudomarxistas” (Wilhem Reich. Psicología de masas del fascismo) analíticos comprehensivos de la sociedad postindustrial una especie de “revolución copernicana” en el marco del estudio heterodoxo o antidogmático de la estructura jerárquico-autoritaria de la familia burguesa; desde Hegel-Marx y Freud se situaron en una postura subversiva y radicalmente transformadora que propuso la alternativa de estudiar la sociedad para transformarla desde sus cimientos, es decir, desde la naturaleza del modo de producción y la formación económico-social, pasando por lo que se conoce como el andamiaje superestructural de la sociedad contemporánea.

Los teóricos críticos de la “escuela de Frankfurt” evidentemente le imprimieron saludables aires renovadores al método dialéctico-histórico que se había anquilosado en culto dogmático de cierto marxismo soviético que profesaba la famosa Academia de Ciencias Sociales de la URSS y el jurásico Partido Comunista de la Unión Soviética. En cierta forma la teoría crítica es una lectura irreverente de los temas más candentes de sociedad de masas.

La Teoría Crítica desde la perspectiva de Jurgen Habermas

“La realización moral de un orden normativo es una función de la acción comunicativa orientada hacia significados culturales compartidos y que supone la internalización de los valores.” Habermas.

Habermas pertenece a la generación más reciente de la corriente teórica frankfurtiana. El pensamiento habermasiano está profundamente influido por las ideas más sustantivas de Marx. De hecho Habermas sostiene que es desde Marx desde donde se puede cristalizar la idea del “sujeto trascendental” de Kant. En otros términos o dicho de otro modo, se trata de entender cómo podríamos conectar la idea de sujeto trascendental de Kant con la noción de hombre o sujeto trabajador o productivo en Marx.

En Habermas queda claro que la idea de “teoría del conocimiento” es inseparable de “la teoría social”. En nuestro modo de entender es en la perspectiva habermasiana donde mejor se expresa y resume la categoría epistemológica de praxis cognitiva, y praxis social.

Sin dudas, es Habermas el que lleva la idea de la emancipación del sujeto más allá del marxismo clásico o tradicional que apoya su pertinencia de legalidad en la idea de una racionalidad humanizadora proveniente del mundo del trabajo y la producción. Habermas sitúa la centralidad de su idea emancipatoria en la acción comunicativa. Vamos rápidamente a explicar esto: Habermas sostiene que las interacciones humanas no pueden quedar reducidas únicamente al mundo del trabajo o de la producción porque el hombre se configura desde otros ámbitos que él denomina “interacciones comunicativas” desde las cuales los hombres crean y transmiten valores y son capaces de desplegar una racionalidad práctica en su vida cotidiana. Para Habermas la acción comunicativa es necesariamente condición de posibilidad o el punto de partida de un nuevo proyecto de emancipación humana dado que la identidad de los individuos sólo puede ser pensada a partir de las interacciones comunicativas y no únicamente desde las interacciones laborales. En el mundo del trabajo se realiza la alienación y autoenajenación del sujeto; en el mundo del habla ordinaria de los hablantes es posible encontrar posibilidades de emancipación puesto que son ámbitos de vida y de autorealización más amplios donde se despliega la existencia humana de un modo más libre. Un concepto neurálgico y sensible a la visión habermasiana de la razón hermenéutica es el de “racionalidad instrumental” que rige el mundo del trabajo y configura la esfera de la vida pública.

Para que sea posible que dos seres humanos constituyan una especie de acuerdo tácito mutuo es menester que existan tres (3) condiciones fundamentales, a saber, según Habermas:

1.- Todo aquello que se afirma es a la vez inteligible y verdadero.

2.- Si el habla está en relación con las acciones, lo que se propone es correcto.

3.- Lo que se ha propuesto es sincero, o sea no obedece a intenciones ocultas.

Tales principios rectores de la acción comunicativa constituyen las condiciones de posibilidad para usar el lenguaje de modo correcto, es decir un lenguaje tendiente a un entendimiento recíproco verdadero y auténtico entre los hombres.

En el trasfondo de esta teoría de la acción comunicativa postulada por Habermas subyace lo que él mismo denomina una “ética discursiva”. El correcto uso del lenguaje trasciende su mero uso instrumental e implica acuerdos mínimos de orden moral que impide la dominación y el engaño entre los hablantes.
Fuente: RAFAEL RATTIA

[email protected]

27 de marzo de 2012



::: 198 hits

11 respuestas a "“Teoría Crítica”: Pensar la sociedad para transformarla."

  1. muy buen comentario, quiero preguntarte si tendras algo mas de informacion sobre Habermas ya que es el autor con el cual estoy haciendo mi tesis filosofica y en especifico de su teoria de la accion comunicativa, espero tu respuesta

  2. le preguntaría a Habermas cómo sabe si lo que se dice es verdadero, para poder cumplir el primer requisito, por ejemplo. Si es verdadero ¿para quién lo es?, los hablantes ¿tienen el mismo horizonte epistemológico? cuál es la medida de lo que “es” y lo que “no es”? ¿quién habla, quién determina?
    No sigamos con las otras condiciones que se caen como si fueran de espuma.

  3. Creo que cada autor tiende a formar sus ideales conforme a vivencias y Habermas lo transmite con mas filosofia, pero siempre habra algo inconcluso en todo autor, porque cada epoca representa diferentes modos de: y es ahi donde esta la apertura de todo autor ya que, la teoria queda lista para poder transformarse y darle su propio giro.

  4. Esta Teoría Cr´tica tiene como finalidad la destrucción de Occidente y su cultura. No hace falta ser un “ilustrado” ni menos un filosofo sectario para saber eso. Estos tipos lo único que han creado es el veneno para destruir naciones y hoy se sienten sus efectos. Con su dialéctica marxista y racionalismos especulativos que en la practica degeneran en malas acciones, provocan que el mundo esté como esté. Perros a la camara de gas!!

  5. Hostias en Ignacio Andres tenemos la replica de un hitlerito intolerante…. a la cámara de gas, que buena solución plantea este enajenado idolatra del capitalismo, mira que decir que una teoría critica y reflexiva e la responsable de las catástrofes humanas,…

  6. jose viguera, decirle a un hitleriano, o a alguien que acusas de serlo, “idolatra del capitalismo”, es sólo demostrar incluso más ignorancia de la que él demuestra. Sobre el tema sociológico del que estoy apenas investigando y por el cual di con esta página, no comentaré, pero sí sobre tus lagunas ideológicas de querer comparar un modelo de Libertad (denominado “Capitalismo” por Marx) con un extremismo que, en palabras de su mismo líder:

    “Yo no soy sólo el vencedor del marxismo, sino también su realizador. O sea, de aquella parte de él que es esencial y está justificada, despojada del dogma hebraico-talmúdico. El nacionalsocialismo es lo que el marxismo habría podido ser si hubiera conseguido romper sus lazos absurdos y superficiales con un orden democrático.”

    – Adolf Hitler.

  7. Ilústrenme por favor: ¿el socialismo y el capitalismo promueven la libertad y superación económica y social del individuo?

  8. hola buenas tardes te hago una consulta . el concepto que crearon los investigadores de la teoría critica para afirmar el estado en el que se encuentran la sociedad occidental se denomina ? capitalisto o unidimensionalidad

  9. Jajajaja A mi me dan risa los filósofos que estudian la sociología, antropología yo que se. le buscan una definición que quede con la sociedad solo para que se den cuenta que la única definición que la sociedad de hoy en día tiene 4 sencillas palabras, avaricia, orgullo, soberbia y hipocresía.

  10. Sólo hay que ver cuál fue el trasfondo cultural e histórico vivido por estos intelectuales en cada época, para poder entender porqué buscaban un nuevo orden de las cosas. Es obvio que ante tanta barbarie, en nombre de una verdad, que por cierto tiene un óptica distinta desde quien domina o quienes dominado, se buscaba el respeto a la dignidad humana y la vida. Así pues, el que está viviendo el capitalismo, y desde su individualidad, satisface sus necesidades, bien por él; pero también es de gran valor, la voluntad de aquel, que desde sus vivencias entre un cordón de miserias, quiera transformarlo, en beneficio de los más necesitados.

Responder a Victor Campos Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *