Textos piratas [Recelo por la palabra escrita]

Los filósofos siempre han expresado un cierto recelo por la palabra escrita

Desde la mítica Carta VII de Platón, los filósofos siempre han expresado un cierto recelo por la palabra escrita, como si sólo la oralidad, el contacto directo, la vida del diálogo y la confrontación de reflexiones pudieran ofrecer el ejercicio en vivo de la filosofía que busca su forma. Tal vez esto permita explicar un fenómeno editorial reciente: la edición en forma de libro de las conferencias y, de forma especial, los seminarios de algunos filósofos de entre los más carismáticos de nuestra última modernidad. Es cierto que ya existía el caso, emblemático, de los textos de Lacan, transcripciones más o menos editadas de sus célebres seminarios. Pero ahora tiene lugar algo que desborda, con mucho, el fenómeno.

Empezó afectando, no sin debates, a Michel Foucault y sus seminarios del Collège de France de París, que se desplegaron entre enero de 1971 hasta su muerte en 1984. En ellos, Foucault ofrecía en directo el proceso de sus investigaciones: no eran simples preparaciones ni desarrollos posteriores de sus libros y de ahí el enorme interés que tiene, hoy, leer sus trabajos en torno al nacimiento de la biopolítica, la tipificación de la categoría de “los anormales” o la relación entre seguridad, territorio y población. Foucault, además, ofrecía en los seminarios un régimen discursivo particular, diferente de los libros publicados y es fascinante escucharlo en estos nuevos textos.
 
En el 2008, Galilée inició la edición de los seminarios de Derrida, y empezó con la publicación del último, que tuvo lugar entre el 2001 y el 2003, sobre la bestia y el soberano. Con estos textos se anunciaba la publicación completa de todos sus seminarios y clases, a partir de los textos redactados por el propio Derrida, quien, desde los inicios, adquirió la costumbre de ponerlos todos por escrito, anticipándose a la oralidad y casi anunciándola. La edición cuenta con publicar catorce mil páginas en unos cuarenta y tres volúmenes, un volumen por año de enseñanza. Y lo mismo está sucediendo con Barthes, de quien se han publicado ya cuatro seminarios. El último, el que le ocupó dos años y que estuvo en el origen del más célebre y conocido de sus textos, Fragmentos de un discurso amoroso, que se publicó en 1977 y que, antes de final de año, había alcanzado la cifra insólita, sólo en Francia, de cien mil ejemplares vendidos.
 
Los tres nombres no son azarosos: cambiaron completamente las prácticas docentes y nos dejaron un reto, para los que nos dedicamos a estas cosas de la enseñanza, que no puede ser ignorado. Ese es su valor. Su inmenso valor.
Fuente: http://www.lavanguardia.es/opinion/articulos/20110309/54124409422/textos-piratas.html

SPAIN. 9 de marzo de 2011



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