Aristóteles fue un Platón con el filtro del sentido común. Por Redacción El tiempo

 

Aristóteles, en la colección biblioteca ‘Descubrir la filosofía’. FOTO: EL TIEMPO.

De carácter polémico, Aristóteles integró el triunvirato de la filosofía clásica, junto con Sócrates y Platón. Si bien este último fue su maestro en la Academia que él fundó en Grecia, no dudó en reconocer también ese lado crítico de su discípulo mediante frases como: “Da coces contra mí, como los potrillos recién nacidos contra su madre”.

Su personalidad subversiva también fue evidenciada por sus compañeros de clase, quienes lo apodaron el ‘lector’, y no precisamente porque leyera mucho, sino porque rompió los esquemas de la época al hacerlo por sí mismo, resquebrajando la tradicional lectura de textos por un esclavo

Altamente influenciado por su tutor, Aristóteles fue fiel defensor de la hegemonía de la razón como única manera de lograr la plenitud; al menos su tributo al conocimiento le duró los veinte años que pasó en el más importante centro intelectual de la cultura griega, la Academia, cuya dirección, se suponía (por la afinidad y admiración mutua entre el estagirita y Platón), le sería legada por su maestro cuando este falleció en el 347 a. C.; sin embargo, el sucesor en este influyente cargo llegó por nepotismo, siendo Espeusipo, el sobrino de Platón, la nueva cabeza de la que, entonces, era la mejor institución educativa de Grecia.

Si bien este evento le generó un profundo sentimiento de desilusión a Aristóteles, fue una nueva oportunidad para reforzar su talante controversial y de armas tomar. Y lo hizo, primero, alejándose diametralmente de la corriente de pensamiento de su maestro, como quedó consignado en la Ética a Nicómaco, en la cual defiende la importancia de los bienes terrenales –y no solo del ejercicio de la razón– para lograr la verdadera realización personal, aun por los filósofos.

Otros puntos de debate

Si bien Sócrates habló a través de Platón, y Platón a través de Aristóteles, este segundo eslabón de la cadena de transmisión del conocimiento encajó gracias al juego de opuestos. “Platón y Aristóteles, maestro y discípulo, sentaron las bases racionales de dos vías por las que en lo sucesivo avanzaría el pensamiento occidental en su manera de enfrentarse al asombro ante el mundo: la vía idealista y la vía realista”, explica Pere Ruiz Trujillo en el libro Aristóteles.

Mientras Platón concebía el universo como una abstracción de arquetipos más reales de los que se perciben a través de los sentidos y a los cuales solo se accede a través de la razón, para su discípulo, la realidad son los individuos de un mundo sensible; es decir que está ahí para que su esencia sea percibida a través de los sentidos.

Asimismo, mediante afirmaciones según las cuales nuestro pensamiento construye la realidad, la visión platónica sitúa a las ideas y el lenguaje como predecesores del mundo y, de hecho, terminan configurándolo. De ahí que, según Ruiz Trujillo, una postura platónica tomada actualmente es el uso de “todos y todas” para contribuir a la lucha contra la inequidad de género, o que el pensamiento positivo puede mejorar al mundo.

Y la contraparte de esta postura es más realista, en tanto supone el mundo a partir de la presencia de individuos con propiedades intrínsecas, independientes de hipotéticas ideas abstractas que los antecedan.

Si bien hay muchos más ejemplos de la dicotomía existente entre los enfoques teóricos de los padres de la filosofía que, a su vez, marcan posturas sociales más platónicas o más aristotélicas, el autor de esta cuarta salida de la colección Descubrir la Filosofía es enfático al aclarar que las divisiones taxativas pueden presentar errores y pasar por un excesivo simplismo.

“Como nos ha advertido Russell, la filosofía de Aristóteles no deja de ser la filosofía de Platón pasada por el filtro del sentido común (…). La cultura occidental está impregnada de presupuestos relacionados, por ejemplo, con la causalidad, la teleología o el esencialismo, y eso es debido a nuestra herencia platónico-aristotélica. Es difícil afirmar de alguien que sea puramente lo uno o lo otro. A fin de cuentas podemos parecernos más a mamá o a papá, pero en realidad, nos guste o no, somos hijos de ambos, de Platón y de Aristóteles”, puntualiza P. Ruiz Trujillo.

Notas

Fuente: https://www.eltiempo.com/cultura/musica-y-libros/aristoteles-protagoniza-la-cuarta-salida-de-descubrir-la-filosofia-671889

16 de mayo de 2022



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