Marx, lector anómalo de Spinoza (IV)

La descomposición del Hegelianismo se acelera en el mismo momento en que
Marx se convierte en Jungerhegelianer. Suscribirse mecánicamente a la
ecuación “Crítica de los Evangelios=Crítica progresista-liberal” es
erróneo, ya que la Kritik a los Dogmas religiosos es consustancial al
Protestantismo más conservador de lengua alemana a lo largo de los siglos
XVIII-XIX. [1]
Recordemos que David Friedrich Strauss no encontró la menor
aprobación por parte de los hegelianos berlineses, incluso Marx no fue
deslumbrado por la aparente novedad de su crítica hermeneútica a la
Cristología, ya que en realidad retomaba el trabajo que ya había realizado
con más profundidad y radicalidad dos siglos antes Spinoza. [2] Marx, a
través de su estudio detallado de Spinoza [3] , ya estaba pertrechado para
iniciar una crítica a Hegel in toto, aunque Strauss le demostró la
potencia subyacente a un uso crítico de la filosofía hegeliana. Pero
incluso desde la crítica textual de las fuentes de los Dogmas, Strauss
estaba por detrás de Spinoza. [4] En suma: el joven Marx estaba más allá
de Strauss antes de conocer a Strauss. Pero no sólo se trataba de luchas
abstractas en la vida mental de Karl Marx. El abandono de su cosmovisión
romántica e idealista fue para el joven Marx un proceso doloroso, extremo y
humillante: “A causa de mi defección, me fue imposible pensar durantes
varios días. Me paseaba por el jardín como un lunático junto a las sucias
aguas del Spree… a causa de la futilidad de mis trabajos fallidos y
malogrados, consumido por la vejación de tener que hacer un ídolo de la
concepción que tanto odiaba, caí enfermo… Durante mi enfermedad,
estudié de cabo a rabo a Hegel y a la mayoría de sus discípulos…” [5]
Marx le confiesa a su padre que “me dediqué a buscar la Idea en la
realidad misma. Y si antes los dioses vivían en la Tierra, ahora la Tierra
se transformaba en el centro mismo.” En su frustración se dedica a
estudiar lo que llama irónicamente positive Studien (estudios positivos):
derecho penal (Savigny, Feuerbach, Grolmann, Cramer, Wening-Ingenheim,
Mühlenbruch), derecho eclesiástico, antiguo derecho germano. Intenta
practicar su latín escolar traduciendo la Retórica de Aristóteles y el
libro De augmentis scientiarum de Francis Bacon. Planea editar una revista
de crítica teatral haciendo participar a “todas las celebridades
estéticas de los jóvenes hegelianos”, incluso envía un plan
estratégico-financiero de la publicación a una casa editorial, Wunder, que
jamás le contestará. [6] Y siguen las esperanzas de poder acceder a una
plaza universitaria como außerordentlicher Professor, profesor
extraordinario. También le anuncia a su padre que quiere abandonar la
carrera de Derecho, pasarse a la de Filosofía, y le pide un encuentro
personal para discutir este cambio radical. Una grave enfermedad mortal que
afectaba a su padre le dificultó este proyecto y durante finales de 1837 e
inicios de 1838 siguió estudiando Derecho. En su lecho de muerte, el padre
de Marx le redactó un plan para un libro sobre el conflicto entre el
Arzobispo de Colonia y el gobierno prusiano, llamada en la época Kölner
Kirchenstreit, que, en su opinión, le valdría a Karl los “favores” del
gobierno prusiano. Heinrich exponía que esta lucha, nacida a propósito de
la figura jurídica de matrimonios mixtos, ponía en juego la soberanía del
estado prusiano y que debía señalarse la absoluta legitimidad del monarca
en recurrir a medidas contrarias al derecho común. Marx nunca escribió el
libro, aunque prepararía para la impresión, como homenaje póstumo, los
papeles escritos por su padre entre marzo y abril de 1838. [7] Pero tras su
muerte, el 10 de mayo de 1838, Marx se aplicó decididamente a estudiar
Filosofía, abandonó la Jurisprudencia empezando a preparar su Disertación
doctoral. [8] Además tuvo suerte de ser exceptuado del duro servicio
militar prusiano por una enfermedad cardíaca y la vista muy débil. [9]

En Stralow también será donde tome contacto personal con hegelianos de
izquierda, que lo introdujeron en el DoktorKlub, el círculo más radical y
combativo del Hegelianismus. [10] En el mismo pueblo vivía el mismo Eduard
Gans, quién estaba editando inéditos de Hegel para su publicación, aunque
no se conoce si se encontraron en persona. [11] Marx le cuenta a su padre
que “a través de algunos amigos con quienes me reuní en Stralow, fui a
dar con un Club de Doctores, entre ellos algunos profesores de la
Universidad y el más íntimo de mis amigos berlineses, el doctor Rutenberg.
En las discusiones con ellos sostenidas se han revelado algunas ideas
polémicas, y me he sentido cada vez más encadenado a la actual Filosofía
del Mundo a la que había pretendido poder sustraerme…” Es obvio que la
que llama con el título soberano de die jetzige Weltphilosophie es a la
filosofía de Hegel y su escuela; notable además que confiese haber
“abandonado el Idealismo (Idealismus)… que había cotejado y nutrido con
el kantismo y el fichteanismo…”, con lo que se infiere para el joven
Marx que Hegel no podía ser considerado un idealista. El “Club de
Doctores” había sido creado en 1837, lo componían entre otros el lector
de Teología en la Universidad de Berlín Bruno Bauer, el profesor de
historia en el Gymnasium Karl Friedrich Köppen y el profesor de geografía
y periodista Adolf Rutenberg, usualmente se reunían en un bar de vinos
llamado Weinstube Hippel. [12] Un miembro del DoktorKlub lo recuerda así:
“Entre aquellos jóvenes que buscaban la luz, reinaba aquel idealismo,
aquella entusiasta necesidad de conocimiento y aquel espíritu liberal de
que entonces estaba animada aún la juventud. En el curso de las reuniones
se leían poemas y trabajos compuestos por los miembros y se criticaban,
pero sobre todo, se elaboraba, con enorme fervor, la filosofía hegeliana.
El Hegelianismo se encontraba aún en su plenitud y dominaba prácticamente
el mundo del pensamiento. Pero contra aquel sistema se levantaban ya voces
aisladas, y entre los propios hegelianos se dibujaba una escisión entre la
derecha y la izquierda hegeliana.” [13]

Marx había comenzado conociendo al liberal Adolph Rutenberg, su padrino en
el Klub (en carta a su padre le llama su amigo más íntimo), quién ya
había pasado por las cárceles prusianas debido a la nefasta influencia que
ejercía sobre sus alumnos. Se había transformado, a pesar de ser un poco
superficial, carente de erudición y poco aplicado, en uno de los
publicistas republicanos más destacados de Berlín y de toda Alemania. [14]
En el club conoció y trabo cierta amistad, gracias a Bruno Bauer, con toda
una personalidad de la cultura clásica alemana: Bettina von Arnim, la
última socialista romántica, íntima amiga de Goethe, que creía en la
posibilidad de una monarquía popular (Volkskönigs), cuyo Salonnière
literario en la elegante avenida Unter den Linden acogía gente de todo tipo
y pelaje: jóvenes escritores, ancianos críticos literarios, viejos
generales, políticos liberales y conservadores, periodistas judíos,
ministros ortodoxos, anarquistas y ateos. [15] Parece que Marx también
frecuentaba el salón literario liberal del escritor demócrata Karl August
Varnhagen von Ense, casado con la salonnière judía Rahel Levin, que era la
anfitriona del salón literario más importante de Berlín. [16]

Karl Friedrich Köppen, por el contrario, era un hombre distinto: profesor
de Historia poseía un capital teórico extenso y sólido. Fue el primeren
analizar la Gran revolución francesa, la necesidad del Terror sin
prejuicios reaccionarios y evolucionó hasta ser un importante historiador
de las religiones. [17] Köppen llamará al joven Marx “un verdadero
depósito de ideas”. [18] Tiene un lugar en la historia social de Alemania
como hombre político progresista y pionero del Socialismo, junto con Moritz
Hess. En la revolución de 1848, Köppen tomará parte activamente en la
formación de las primeras organizaciones y coaliciones obreras en Berlín.
Permaneció fiel a sus ideales y su amistad con Marx sobreviviría a todas
las vicisitudes. [19]

Es indudable que la figura intelectual más importante de aquel grupo era el
teólogo Bruno Bauer. Si Strauss fue el responsable de exhibir las
contradicciones y las miserias del Hegelianismus, el ateísmo humanista y al
teología revolucionaria de Bauer obligaron al estado prusiano a publicar un
decreto prohibiendo a los hegelianos enseñar ninguna materia en la
Universidad, salvo estética. Entre 1828-1834 estudia Teología y Filosofía
con H. G. Hoto y Marheineke, ganando a la edad de veinte años el premio del
mejor ensayo de filosofía en latín convocado por el mismo Hegel por un
trabajo sobre la estética de Kant. [20] En 1834, a los veinticinco años,
es nombrado profesor de Teología (Privat-Dozent) [21] en la Universidad de
Berlín, y es una reconocida figura en el milieu hegeliano, participando en
el trabajo de edición de la Estética y de la Filosofía de la Religión de
Hegel. Su primer debut fue, como ya vimos, desde el corazón de la ortodoxia
más conservadora del Hegelianismus: además de criticar a Strauss, fue
editor entre 1836 y 1839 de la Zeitschrift für spekulative Theologie. A
partir de su libro Crítica de la Historia de la Revelación, [22] Bauer se
transformó en el blanco principal de la derecha hegeliana y de la teología
antihegeliana al unísono, beneficiándose de la protección del ministro de
Cultura, Instrucción y Cultos prusiano, el liberal Karl August von
Altenstein, quién lo nombra maestro de conferencias de la Universidad de
Bonn en octubre de 1839. Altenstein había sido el mismo que había traído
con mucho revuelo y resistencia de conservadores y reaccionarios a Hegel a
ocupar la cátedra de filosofía de la Universidad de Berlín en 1818 dejada
vacante por la muerte de Fichte. [23] Altenstein, con sus reformas, había
llevado al límite la forma-estado de la monarquía prusiana.

Su primera intervención en la nueva dirección del DoktorKlub tuvo lugar en
1837 y 1838, en la época en que Marx formaba parte ya del grupo. Bauer
tenía entonces veintiocho años, una figura que muchos describen como
napoleónica, abstraída, “un hombre profundamente decidido, que aunque
exteriormente parezca frío, arde en su interior. No conocerá ningún
obstáculo y será mártir de sus propias convicciones.” [24] La mayoría
de los estudios sobre el joven Marx minimizan o directamente ignoran el rol
de la teología revolucionaria de Bruno Bauer sobre su formación
filosófico-política (Marx lo consideraba uno de sus maestros y Bauer su
más cercano coequiper) [25] , así como la estrecha colaboración
intelectual de ambos entre 1837 y 1842 y la posterior ruptura. [26] Un
filósofo influyente en la izquierda hegeliana, decía en 1842 que “si uno
quería decir que Bruno Bauer no fue un fenómeno científico importante,
entonces esto sería tan ridículo como afirmar que la Reforma no fue un
acontecimiento significativo… Bruno Bauer brilla en el horizonte del
conocimiento.” [27] A Bauer sus contemporáneos lo consideraban un
Culminationspunkt, y la consecuencia directa dela lectura correcta del
propio método revolucionario de Hegel. Para Bauer la unión de Pensamiento
y Ser, la única verdad de toda filosofía, alcanza en Hegel su punctum
saliens, a pesar de las deficiencias de sus descripciones institucionales y
de su forma-estado. El System hegeliano, con un adecuado compromiso interior
(idealismo ético) y las adecuadas correcciones conceptuales, podría ser
salvado y no abandonado (que lo diferencia de la postura de Feuerbach o del
propio Marx de 1843).

En el Vörmarz alemán, anterior a 1848, Bauer puede ser considerado como el
tribuno de un republicanismo muy peculiar basado en la filosofía política
hegeliana. Bauer en estos momentos estaba desarrollando su crítica a los
Evangelios (y al propio Hegel y a la crítica a medias de Strauss), en la
cual llegaría a la conclusión que el cuarto Evangelio (el de Juan) había
sido copiado del de Lucas, y que tanto Lucas como Mateo habían a su vez
partido del único texto original, el de Marcos. Una sola narración
histórica y tres imitaciones o plagios. Las conclusiones bauerianas eran
radicales porque, al mejor estilo de Spinoza, sobre la base de un análisis
filológico-documental (y no del dogma metafísico) negaba la historicidad
de Cristo, además de su supuesta divinidad, “como individuo real, jamás
existió.” Rechazaba además la idea de una creación mítica e
inconsciente de los Evangelios por una suerte de psicología del Volksgeist
judío, analizando los propósitos personales y políticos de cada
profeta-escritor y finalmente sostenía que se debía calificar a los
profetas y evangelistas en la misma categoría que a Homero. Las
consecuencias eran devastadoras: si Hegel tímidamente había demolido la
base filosófica de toda Religión, Bauer destruía para siempre la base
histórica del Cristianismo. Ya no se trataba de abolir sólo una
limitación del espíritu humano, una unilateralidad, una mala unidad, sino
todas las limitaciones: no sólo una determinada religión (el Cristianismo
para Bauer era simplemente un Ansatzpunkt), sino todas: die Religion
schlechthin wird von der Kritik gestürzt (La Religión es absolutamente
derrocada por la Crítica). [28] La Religión, dirá Bauer, Sie will
Freiheit geben, aber gibt sie nicht nur nicht, sondern vielmehr die Ketten
der Sklaverei (Desea dar Libertad, pero sólo nos entrega las cadenas de la
Esclavitud). [29] Y el vacío dejado por el fantasma religioso no debe ser
reemplazado por nada, ya que nada más ha desaparecido el velo de una
ilusión alienante (para Bauer una dolencia psíquica). El único principio
verdadero y sólido, al que podamos prestar una obediencia sin fisuras es el
mismo principio de la crítica a todo lo existente. Una vez disuelto el
dogma religioso en la solución lógica de la crítica, todo lo humano se
desarrollará en total libertad: “Después de aniquilada la Religión, el
problema ya no es filosófico, sino humano. Los diversos bienes de la
Humanidad, el Estado, el Arte y la Ciencia, forman un todo sistemático, en
el que ningún particular gobierna de manera absoluta y exclusivista… No
pueden gobernar así, si están dispuestos para evitar nuevos desastres.
Todos ellos, después de haber sido perseguidos a muerte por la Religión,
serán por fin libres y podrán lograr su desenvolvimiento sin trabas.”
[30] Es el rol de la dimensión radical de toda filosofía, la Liberalität
der Philosophie, como le llama. Si Strauss intentaba volver a la idea de
sustancia divina de Spinoza, Bauer representaba un retorno a la filosofía
crítica y creativa de la autoconciencia (Selbstbewusstsein) de Fichte.

La campaña oficial del estado prusiano contra el Hegelianismus,
desencadenada desde 1835, empujó a los jóvenes profesores a la oposición
política inconsciente. Hasta esa fecha la actitud política de los jóvenes
hegelianos era la de una oposición franca pero leal: confiaban en que sus
ideales podían realizarse dentro de la unidad del estado prusiano. En 1839
el Klub tomó la iniciativa peligrosa de una serenata de estudiantes
universitarios y de jóvenes de institutos de Berlín con motivo de la
muerte del hegeliano socialista Eduard Gans. El entierro de Gans (como el de
Hegel) dio ocasión a una manifestación multitudinaria, llena de consignas
liberales, evidente y enérgica Esta demostración pública rendía homenaje
no sólo al valeroso polemista y defensor del espíritu crítico de Hegel,
sino a toda una actitud liberal ante los retrocesos continuos del estado
monárquico. Por lo que sabemos parece que era Rutenberg era el más
vehemente a la hora de pasar de la Kritik a la praxis, de las palabras a la
calle, a la participación activa del Klub en la limitada vida política
alemana. Bauer le respondía negativamente, que no podía hablarse de una
“acción” sin haberse consolidado la teoría crítica, y menos podían
lanzarse a acciones inmediatas. Su convicción, entonces compartida por el
joven Marx, era que la tarea y el único medio de ejercer una influencia
sobre el mundo era el de hacer una revolución en las conciencias por medio
de la crítica. Destruir para construir: la aniquilación de los viejos
valores en el ámbito del espíritu era el paso necesario y previo a la
destrucción material y práctica. El lema del Klub en forma de epigrama
coherentemente afirmaba: Unsere Taten sind Worte bis jetzt und noch
lange/Hinter die Abstraktion stellt sich die Praxis von selbst (“Nuestras
Acciones son palabras hasta ahora y por mucho tiempo más, detrás de la
Abstracción la Praxis se asienta por sí misma”).

Bauer pretendía aplicar su Kritik a otros dominios. Para este fin conocemos
que Bauer, junto a Marx, proyectaba fundar una sociedad ateísta con su
correspondiente revista filosófica. Bauer denominaba a su Methode como
“ateísta”, porque negaba toda forma de autoridad externa, ya sea
institucional, doctrinal o de la tradición, la Crítica con mayúsculas no
admite pre-juicios: Reine Kritik heisse Voraussetzungslos (“Crítica Pura
significa ausencia de presupuestos”), escribía en plena sintonía su
hermano Edgard. [31] Al principio se había discutido, sobre todo, acerca de
Cristología y dogmas religiosos. Primero contra la deformación
institucional del Cristianismo, tanto por la mitología como por la
superstición, superable mediante una nueva síntesis y asimilación con el
racionalismo. Luego se pasó en una lucha radical contra la Religión sans
phrase. Pero incluso en el tema teológico más abstracto, los miembros del
DoktorKlub no se declararon abiertamente ateos hasta una fecha tan tardía
como 1842. A inicios de 1839 la amistad con los Bauer se profundiza y Marx
visita con frecuencia su casa en el barrio de Charlottenburg. Incluso
después de octubre de 1839, cuando había abandonado la Universidad de
Berlín para trasladarse a Bonn, una medida para su protección planeada por
el ministro liberal Altenstein, Bauer siguió siendo fiel a los puntos de
vistas radicales del Doktorklub y añorando el espíritu crítico berlinés.
Y sintiendo una profunda nostalgia por su amigo y camarada intelectual Marx.
En una carta a Marx, 11 de diciembre de 1839, Bauer le confiesa:
“Frecuento aquí un círculo de profesores que se reúne en el Hotel de
Trier, pero nada puede compararse con nuestro Club, que siempre estaba
animado por su interésen problemas espirituales. ¡Ay, esos tiempos
pasados que no vuelven!” [32] En enero de 1840 vuelve a escribirle a su
fiel Marx: “¿Pero dónde están las rosas de antaño? Ya no florecerán
hasta el momento en que vengas a verme. No me faltan aquí diversiones, y
tengo oportunidad de reírme, aunque nunca me divierto como en Berlín,
cuando atravesaba contigo una calle.” [33] Durante 1840 Bruno Bauer
publicará varios escritos de enorme importancia, un opúsculo Die
evangelische Landeskirche Preussens und die Wissenschaft (La Iglesia
Evangélica prusiana y al Ciencia) [34] y un libro titulado Crítica de la
Historia Evangélica de Juan [35] , aplicando de manera radical el punto de
vista de la “infinita Autoconciencia”, partiendo de la unidad hegeliana
entre Form und Inhalt, forma y contenido (materia). Bauer afirmará que la
conciencia religiosa se opone, como conciencia alienada y unilateral, a la
conciencia libre y a la eticidad (la Sittlichkeit hegeliana que se componía
de Familia y Estado). La conciencia religiosa reduce y reprime el yo
alienado en sí mismo. Cristo, que nació y vivió contra la Naturaleza del
Mundo, dirá Bauer, y no pertenece ni a familia ni a estado alguno, es
justamente la esencia objetivada del hombre libre de toda potencia
sustancial, símbolo de la pura Ichheit, de la pura yoidad, del extravío
del subjetivismo y, por tanto, cima de todas las religiones. El terrorismo
teológico de Bauer tenía como presupuesto que “después de aniquilada la
Religión, el problema ya no será filosófico, sino humano…” y la
Kritik es “la crisis que saca al hombre del delirio y lo lleva a un
reconocimiento de sí mismo”. El ateísmo crítico tiene como lógica
consecuencia, el libre desarrollo, sin ataduras ni formas perversa de vida
alienada, de la naturaleza humana y sus instituciones, al haberlas
desembarazado de cualquier cosa extraña al proceso espiritual de la Vida y
la Razón. Ocultado por el velo de una mitología trascendentalista, el
hombre se encontrará por fin, gracias al trabajo de zapa de la crítica
pura, con un núcleo transparente basado sólidamente en la experiencia.
Pero Bauer no daba el paso necesario y lógico: se negaba a fundamentar
desde el idealismo especulativo de la reinen Kritik una unidad transitoria
entre teoría y práctica. Si Bauer era un filósofo laico o un ateo
intransigente, en el fondo en realidad, jamás sostuvo posiciones de
izquierda (ni siquiera tibiamente liberales), como lo demostró luego su
propia evolución filosófica y política: nunca dejó de ser un hegeliano
de derecha. El propio Marx demolerá sus posiciones conservadoras tanto en
la polémica sobre la “Cuestión Judía” de 1843, como en el libro
escrito junto con Engels en 1844, La Sagrada Familia. [36] Una carta de Marx
a Engels del 10 de mayo de 1861 evoca los Affranchis berlineses, sus
ex-camaradas del Doktorklub, y la reaccionaria evolución intelectual de su
antiguo maestro el teólogo Bruno Bauer: “En Berlín visité a Friedrich
Köppen… ha engordado y se ha puesto enorme… me enseño sus dos
volúmenes de su trabajo sobre Buda… Rutenberg fue asignado por Manteuffel
a Schwerrin como una pieza de inventario expresamente garantizada. Ahora se
la arregla con unas tijeras en el Staatszeitung, que ya nadie lee. Este
diario es una especie de London Gazzette. Bruno (Bauer), quien, según me
dicen, ha tenido tiempos terriblemente duros, se ha ofrecido, en vano, al
actual Ministerio prusiano para continuar su colaboración con el órgano
oficial, la Preussische Zeitung. Por el momento es el colaborador principal
del Staatslexicon publicado por Hermann Wagener de la Kreuzzeitung. También
es agricultor en Rixdorf.” [37] La Kreuzzeitung de la que habla Marx es el
sobrenombre del diario oficial de los sectores reaccionarios prusianos, Neue
Preussische Zeitung, medio surgido del ambiente contrarevolucionario
post-1848 en Alemania, resueltamente antisemita y conservador. El
periódico, que se oponía al tibio populismo de Bismarck, llevaba en el
centro de su titular una cruz de hierro teutónica (la máxima
condecoración de guerra de Prusia, la Eisernes Kreuz) con el siguiente
motto: “¡Adelante, con Dios por el Rey y por la Patria!” [38] Bruno
Bauer terminaría sus días repudiando a Hegel (después de las revoluciones
de 1848), colaborando en la revista semanal antisemita berlinesa Berliner
Revue. Historisch-Politische Blätter y en otro órgano de la prensa
liberal-conservador, Die Post. No es casualidad que entre el viejo teólogo
Bauer y el filólogo Nietzsche se establecieran profundas afinidades
electivas. El reaccionario Bauer de fines del siglo XIX llamará a Nietzsche
“una síntesis germana de Montaigne, Pascal y Diderot”, y Nietzsche
comentará este elogio diciendo que “hay poca sutileza en este elogio, por
lo tanto: ¡hay poco que alabar!”. [39] Nietzsche reconocía su cercanía
intelectual y ética con el alten hegelianer Bruno Bauer al confesarle a su
amigo Reinhardt von Seydlitz: “yo tengo básicamente tres lectores, a
saber: Bruno Bauer, Jakob Burckhardt, Henri Taine, y el primero de ellos
está muerto.” [40] En otra carta de 1887 al historiador reaccionario
francés Hyppolite Taine, Nietzsche vuelve a repetir que “tengo devotos
lectores de mis obras, entre ellos, como por ejemplo Richard Wagner, el
viejo hegeliano Bruno Bauer, mi venerado colega Jakob Burckhardt y el poeta
suizo…Gottfried Keller…” [41] Bauer había partido de las cercanías
de la izquierda hegeliana y Marx para terminar su parábola negativa en el
riñón más reaccionario, antiliberal y antisemita del IIº Reich.

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Notas:

[1] Desde Ziegler, Bertholdt pasando por Schleiermacher, hasta el mismo
Strauss, que se definía como conservador. Lo mismo puede aplicarse a la
Kritik de la religión cristiana de un reaccionario como Nietzsche.

[2] Por ejemplo la inicial fascinación de Engels por el libro, al que
calificaba de obra panteísta “irrefutable”. Hasta bien entrado 1844,
Engels no desperdició ninguna ocasión para manifestar su adhesión y
admiración por Strauss. Sus primeras cartas desbordan de elogios de alto
vuelo, en una carta a su amigo W. Graeber de octubre de 1839 escribe: “He
jurado fidelidad al pabellón de D. F. Strauss y me he convertido en un
‘Mitólogo’ de primera categoría. Te digo que Strauss es un tipo
estupendo (herrliche Kerl) y un genio (Genie), y su sutilidad no pueden
compararse con nadie.”; en: Karl Marx, Friedrich Engels; Gesamtausgabe.
MEGA (2), Abt. 3: Briefwechsel, Bd. 1: Karl Marx / Friedrich Engels:
Briefwechsel bis April 1846, Akademie Verlag, Berlín, 1975, p. 163. Incluso
en 1886 Engels seguiría recordando que “en aquellos tiempos, la Política
era una materia espinosa; por eso los tiros principales se dirigían contra
la Religión; si bien es cierto que esa lucha era también, indirectamente,
sobre todo desde 1840, una batalla política. El primer impulso lo había
dado Strauss, en 1835, con su ‘Vida de Jesús’.” Engels incluía a
Strauss en una línea de ruptura político-filosófica junto a Bruno Bauer,
Feuerbach y Gans.

[3] El gran marxólogo Maximilien Rubel reconoce que “ello podría
explicarse por la lectura que hizo del Tractaus teologicus politicus de
Spinoza, verdadera revelación para él a juzgarpor los numerosos extractos
contenidos en uno de sus cuadernos de Berlín, en 1840. El Tractatus… de
Spinoza, que fundamenta la crítica racional de la Biblia, se adelantaba en
dos siglos a la época en que fue escrito.” Rubel, sin embargo, subestima
las influencias anteriores de Spinoza sobre el joven Marx; el año de
confección de los extractos que señala Rubel está equivocado: es 1841, no
1840. En: Rubel, Maximilien; Karl Marx. Ensayo de biografía intelectual,
Paidós, Buenos Aires, 1970, p. 32.

[4] Justamente Bauer criticaría a Strauss en su libro Kritik der
evangelischen Geschichte der Synoptiker sostener un punto de vista
misterioso, falto de lógica y teñido de no poca religiosidad.

[5] Dice Marx: Während meines Unwohlseins hatte ich Hegel von Anfang bis
Ende, samt den meisten seiner Schüler, kennengelernt. En: Werke, Band 40,
Dietz Verlag, Berlin/DDR, 1973, p. 10.; existe una traducción con errores
al español: Carlos Marx/Federico Engels, Obras fundamentales. Marx:
Escritos de Juventud, FCE, México, 1982, pp. 5-13. Es un poco dudoso que en
pocos meses (abril-octubre) Marx, a pesar de ser un lector voraz, asimilase
todos los escritos de Hegel más las de todos sus discípulos importantes.
En la biblioteca de Marx se encuentran dos obras de Hegel que adquirió y
estudió en este período: 1) Vorselungen über die Philosophie der
Geschichte, con introducción de Eduard Gans, edición de 1837; Grundlinien
der Philosophie des Rechts, edición de 1821; cf: Kaiser, Bruno; Das
Schicksal der Bibliothek von Marx und Engels; Dietz Verlag, Berlin/DDR,
1967, p. 227. Es muy fácil seguir la evolución de Marx durante su primer
año en Berlín, ya que la describe en detalle en una carta a su padre de
noviembre de 1837, por cierto la única carta que se conserva de Marx como
estudiante. Este documento excepcional para comprender su evolución
intelectual, en el cual informa del curso de sus investigaciones durante el
primer año de su estancia en Berlín, su distanciamiento del idealismo
clásico kantiano y fichtano, y su lento embrujo por Hegel, fue publicada
por primer vez, con una introducción, por su hija Eleanor en el órgano de
la Socialdemocracia alemana: Die Neue Zeit, 1897, XVI, p. 4 y ss. En la
introducción Eleanor indica que “he tenido que vencer una gran
resistencia para dar a publicidad una carta como esta, destinada únicamente
a su amado padre… Aunque la carta lleva simplemente como fecha de 10 de
noviembre, sin indicación de año, no es difícil establecerlo. Fue
escrita, sin duda, antes de 1838, ya que habla de Bruno Bauer en Berlín, y
en 1838 sabemos que ya estaba en Bonn. La carta fue escrita, por tanto, en
1836 0 1837. Y aunque al principio me inclinaba por la primera de estas dos
fechas, un cotejo cuidadoso de los años me ha llevado al convencimiento de
que debe optarse por la segunda… No nos equivocamos si asignamos a esta
carta la fecha de noviembre de 1837, en que Marx tenía diecinueve
años…No cabe duda que la carta es asombrosa, si se tiene en cuenta que
fue escrita por un joven de tan solo diecinueve años. Vemos en ella al
joven Marx en proceso de desarrollo, al muchacho que anuncia ya al hombre
del mañana. La carta nos revela aquella capacidad casi sobrehumana de
trabajo y aquella laboriosidad que caracterizaron a Marx a lo largo de su
vida entera… lo vemos escribir docenas de pliegos y destruir luego sin la
menor vacilación todo lo escrito, preocupado tan solo por ‘poder ver
claro ante sí mismo’, hasta llegar a esclarecer y dominar por completo
los problemas que lo torturaban; lo vemos criticarse y criticar severamente
lo que hace. Y encontramos… al lector infatigable que todo lo abarca y
todo lo devoraba, sin dar jamás prueba de estrechez o unilateralidad. Todo,
Jurisprudencia, Filosofía, Historia, Poesía, Arte, era buena agua para su
molino; en nada de lo que emprendía se quedaba nunca a medias.”

[6] El intermediario fue el librero Otto Wigand de Leipzig, que le
respondió con evasivas. Fue el más célebre de los editores de la
izquierda hegeliana, que funcionaba desde un “reino independiente”
(Sajonia) para evitar la censura prusiana. Wigand editará a Bauer, Engels,
Feuerbach, Hess, Stirner. Sobre el rol de los editores y la difusión de la
izquierda hegeliana, véase: Lacascade, Jean-Louis; Les métamorphoses du
jeune Marx, PUF, Paris, 2002, p. 47 y ss.

[7] La rara composición de seis folios, editada y corregida por Karl Marx,
se titula Über den Kölner Kirchenstreit. La primera edición en: MEGA (1),
I/1,2, pp. 231-233. No hay traducción al español.

[8] Es sintomático que en el verano de 1837 Marx en dos semestres siguiera
únicamente los cursos de Heffter sobre Derecho Canónico y Procedimiento
Criminal, un hegeliano liberal de la línea de Gans. Cf.: MEGA (1), I, t
1/2, p. 248. Cursos seguidos por Marx en el semestre de verano de 1838:
Lógica (Gabler, discípulo de Gans); Geografía (Ritter); Derecho Prusiano
(Gans); en el semestre de invierno de 1838: Derecho de Sucesión (Rudorff).
Durante los dos últimos años de permanencia en la Universidad de Berlín,
Marx no se inscribió más que en tres clases, de las que sólo una era de
Jurisprudencia. Cornu señala que las clases de Geografía de Ritter,
inspiradas en la Filosofía de la Naturaleza de Schelling, podían también
ser fuente de inspiración de un incipiente materialismo; cf.: Cornu,
Auguste; Karl Marx. El Hombre y la Obra. Editorial América, México, p. 51.
Un investigador soviético subraya el rol destacado de las clases que Marx
tomó con Heffter: “El profesor Heffter, que, como Gans, era un hegeliano
liberal, también influyó sobre Marx. Los tres cursos a los que asistió
Marx durante el semestre de verano de 1837 (Derecho Canónico, Procedimiento
Civil alemán general, Procedimiento Civil prusiano) fueron dictados
precisamente por Heffter, así como el único curso al que Marx asistió en
el semestre de invierno 1837-1838 (Procedimiento penal).”, en: Lapin, N.;
El joven Marx, Editorial Progreso, Moscú, 1985, p. 51.

[9] Véase la carta de Henriquetta Marx a Karl Marx del 15-16 de febrero de
1838, en: MEGA (1), I, Band I/2, p. 230 y ss. Marx sufría de dilatación
cardíaca.

[10] Sobre el origen del DoktorKlub y el rol de uno de los hermanos Bauer,
véase: Luft, Eric v. d.; “Edgar Bauer and the Origins of the Theory of
Terrorism”, en: Douglas Moggach (Ed.), The News Hegelians. Politics and
Philosophy in the Hegelian School , Cambridge University Press, New York,
2006, p. 138. Marx se incorpora al Hegelianismo en lo que se considera su
segunda fase o período a partir de la muerte de Hegel, 1831-1839, centrado
en las controversias teológicas. La clave y desarrollo de este período lo
marca la publicación en el verano de 1835 del libro del teólogo y
filósofo David Friedrich Strauss Das Leben Jesu, kritisch bearbeitet.
Curiosamente uno de los críticos del libro desde la derecha hegeliana más
vehemente fue, en 1835, Bruno Bauer, quién luego viraría a la izquierda.
Por otro lado, no existe ninguna prueba ni evidencia que Marx fuera la
“figura central” del Klub, como afirma temerariamente Rubel; cf.: Rubel,
Maximilien; Karl Marx. Essai de biographie intellectuelle, Marcel Riviere,
Paris, 1957, p. 28. En español: Karl Marx. Ensayo de biografía
intelectual, Paidós, Buenos Aires, 1970, p. 28.

[11] Paul Kägi señala que “en su proximidad podía ver cómo unos de sus
profesores de Derecho, Eduard Gans, quién vivía en Stralow, donde Marx
descansaba, y estaba terminando la publicación de la Filosofía de la
Historia de Hegel, había sido estimulado por la filosofía de Hegel con
fructíferas ideas en su ciencia. Gans, en contraposición con la ‘Escuela
Histórica del Derecho’, había escrito una obra sobre El Derecho
Hereditario en su evolución histórica. En el prólogo del primer tomo, de
1824, indicaba que la tarea de su tratado era ‘mostrar el movimiento
necesario del Espíritu Universal dentro del campo del Derecho
hereditario’. Puede que el profesor Gans… fuera para Marx, aunque él no
lo diga explícitamente, el mediador entre sus estudios de Derecho y su
descubrimiento repentino de Hegel.”; en: La génesis del Materialismo
Histórico, Península, Barcelona, 1974. pp. 37-38. Efectivamente Gans
fechó el prólogo a la primera edición el 8 de junio de 1837.

[12] El local se encontraba en la Französen Strasse, en el Gendarmenmarkt,
en el corazón histórico y centro cultural de Berlín. Los miembros se
reunían con frecuencia, incluso todos los días. El DoktorKlub cumplía
funciones sociológicas de “universidad libre” o “cátedra
paralela”.

[13] Recuerdo del escritor y doctor Max Ring, Erinnerungen, Berlin, 1898,
Band I, p. 118. Sobre los salones literarios y cafés bohemios en Berlín,
véase el trabajo de Petra Wilhelmy: Der Berliner Salon im 19. Jahrhundert
(1780-1914); De Gruyter, Berlin/New York, 1989. Se ha editado una cuidada
selección de textos: Bettine von Arnim : Romantik und Sozialismus
(1831-1859), Vortrage von Hartwig Schultz, Heinz Hartl und Marie-Claire
Hoock-Demarle gehalten anlasslich der Ausstellung im Studienzentrum
Karl-Marx-Haus, Trier, von Juni bis August 1986. Todos los jóvenes
hegelianos procedían de familias acomodadas, tanto de terratenientes como
de la burguesía o de la alta clase media: Hess (refinería y comercio de
azúcar); Ruge (terratenientes); Feuerbach y Marx (importantes
jurisconsultos-funcionarios); Engels (fábricas textiles); Stirner (fábrica
de instrumentos de música); los hermanos Bauer (fábrica de porcelana)…

[14] Rutenberg, que escribía en el diario liberal del escritor Karl
Ferdinand Gutzkow Telegraph für Deutschland, sería nombrado a inicios de
1842 redactor del periódico Rheinische Zeitung, donde escribiría y sería
luego ChefRedakteur el propio Marx. Rutenberg cayó cada vez más bajo y
terminó sus días en el periodismo más amarillo y sórdido. Como
curiosidad Gutzkow fue el descubridor de un joven talento llamado Friedrich
Engels e hizo publicar sus artículos en el periódico.

[15] Desde el mismo von Savigny al copero mayor del rey, Pitt-Arnim, incluso
asistía un joven radical ruso llamado Bakunin. Cf.: Petra Wilhelmy, op.
cit.; pp. 194-195. Marx le dedicará a Bettina un acerado epigrama titulado
“Romanticismo a la Moda”, en español: Marx, Karl, Poemas, Edición al
cuidado de Francisco Fernández Buey, Editorial El Viejo Topo, Barcelona,
2000, p. 70. Cuando la von Arnim tuvo que ir a Trier, Marx la acompañó de
anfitrión durante una semana. Sobre la relación Marx-von Arnim, véase:
Luise Dornemann, Jenny Marx: Der Lebensweg einer Sozialistin; Berlin, Dietz
Verlag, 1968, p. 39 y ss.

[16] Los von Ense tenían una profunda relación de amistad con el poeta
Heinrich Heine. Sobre von Ense, véase: Picket, Terry; The Unseasonable
Democrat: Karl August Varnhagen von Ense, 1785-1858, Bouvier Verlag, Bonn,
1985; sobre su esposa: Arendt, Hanna; Rahel Varnhagen: The Life of a Jewess,
The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1997. Los salones literarios
berlineses eran réplicas de los franceses pre-1789.

[17] Todavía mantiene su vigencia su estudio Die Religion des Buddha;
Ferdinand Schneider, Berlin, 1857. Se han editado recientemente una
compilación de sus escritos políticos-filosóficos: Ausgewählte Schriften
in zwei Bänden, Akademie Verlag, Berlin, 2003.

[18] Carta de Köeppen a Marx del 3 de mayo de 1841; en: MEGA (1), ½, p.
257.

[19] En 1861 cuando Marx fue a verle a Berlín, encontró que su “viejo
Köppen” no había cambiado en nada y, en carta a Engels, consideró una
verdadera bendición las dos noches que pasó con él. Sobre Köppen, véase
el trabajo de disertación del malogrado biógrafo Helmuth Hirsch: “Karl
Friedrich Köppen – der intimste Berliner Freund Marxens”, en: IISG
(Hrsg.): International Review of Social History, Heft 1, Leiden 1936
(Fassung der in Deutschland nicht eingereichten Dissertation) y la útil
introducción a sus escritos de Heinz Pepperle, “Einleitung”, en:
Koeppen, K. F.; Ausgewählte Schriften in zwei Bänden, Akademie Verlag,
Berlin, 2003, p. 11.

[20] Bauer, Bruno; Üeber das Prinzip nach der kantischen Philosophie,
Philosophenpreis, 1829.

[21] El Privat-Dozent (PD o Priv.-Doz. ) es en la institución académica
alemana, un profesor que es pagado por los estudiantes que asisten a sus
clases. Aunque científicamente preparado, con doctorado inclusive, todavía
no se es profesor ordinario ni titular.

[22] Bauer, Bruno; Kritik der Geschichte der Offenbarung, Band I-II,
Ferdinand Dümmler, Berlin, 1838.

[23] Altenstein fue miembro del gabinete de ministros del príncipe
reformista Hardenberg, a quien Hegel le dedicará un ejemplar de su famosa y
polémica Filosofía del Derecho como la cabeza de un “gobierno
esclarecido” (erleuchte Regierung), basado en los principios de la
Aufklärung. Sobre Hegel y Altenstein, véase: D’Hondt, Jacques; Hegel en
son temps, Editions Sociales, Paris, Chapitre IV “Les protecteurs”, p.
71.

[24] Varnhagen von Ense, Karl August; Tagebücher, Brockhaus, Leipzig, 1861,
Band I, pp. 340-341. Sobre Bauer: Barnikol, Ernst; Bruno Bauer. Studien und
Materialen. Aus dem Nachlass ausgewählt und zusammengestellt von P. Reimer
und H-M. Sass, Van Gorcum, Assen, 1972. También su libro Der junghegelianer
Bruno Bauer im Vörmarz, Inauguraldissertation, Freie Universität, Berlin,
1959. Con un criterio más actual: Moggach, Douglas, The Philosophy and
Politics of Bruno Bauer, Cambridge UP, Cambridge, 2009. En una reciente
biografía sobre el joven Marx de David Leopold: The Young Karl Marx: German
Philosophy, Modern Politics, and Human Flourishing, Cambridge University
Press, Cambridge, 2007, se dedica todo un capítulo a la relación de
adhesión/enfrentamiento de Bauer-Marx, capítulo III “Modern Politics”,
pp. 100-182. También destaca el rol decisivo de Bauer, junto a Feuerbach y
Hess, el libro de Daniel Brudney, Marx’s Attempt to Leave Philosophy,
Harvrd University Press, London, 1998, capítulo “Bruno Bauer”, pp.
109-142.

[25] En dos cartas a A. Ruge, Bauer de diciembre de 1841, le llama a Marx su
fiel escudero.

[26] Sobre el tema sigue estando vigente el trabajo clásico de Rosen, Zvi;
Bruno Bauer and Karl Marx. The Influence of Bruno Bauer on Marxs Thought,
Nijhoff, The Hague, 1977; además el de Waser, Ruedi; Autonomie des
Selbstbewußtseins. Eine Untersuchung zum Verhältnis von Bruno Bauer und
Karl Marx (1835–1843), Francke Verlag, Tübingen, 1994. Una rara
excepción en la tradicional Marxologie es el bien documentado libro del
filósofo Sidney Hook, La génesis del pensamiento filosófico de Marx. De
Hegel a Feuerbach; Barral Editores, Barcelona, 1974, quién le dedica el
capítulo III, “Bauer y Marx”, p. 127-157. Hook trabajó en los
manuscritos inéditos de Marx, el Nachlass, en la década de los años 1920
en el Instituto Marx-Engels de Moscú, bajo la protección de David
Riazanov, el primer editor de las obras completas de Engels y Marx. En su
introducción de 1936 agradece a “D. Riazanov, antiguo director del
Instituto Marx-Engels de Moscú, y cuya muerte reciente en un campo de
concentración en Rusia significó un rudo golpe para la investigación
marxista, le estoy en deuda por una invitación que se transformó en un
fructífera visita de un verano en el instituto.”, en: ibidem, p. 23. En
realidad Riazanov seguía vivo, sería ejecutado el 21 de enero de 1938 en
Saratov. Sobre Hook y su trabajo sobre los inéditos de Marx y los jóvenes
hegelianos, véase: Phelps, Christopher; Young Sidney Hook: Marxist and
Pragmatist, University of Michigan Press, Michigan, 2005, p. 47-48. Sobre
Riazanov y su papel como difusor editorial de un Marx desconocido, mi
artículo “Riazanov, editor de Marx, disidente rojo”, on-line:
http://fliegecojonera.blogspot.com/2006/09/riazanov-editor-de-marx-disidente-rojo.html.

[27] “Wenn man sage wollte, dass Bruno Bauer keine bedeutende
wissenschaftliche Erscheinung sei, so heiss dies eben so viel, als wenn man
behauptete, die Reformation wäre kein bedeutendes Ereigniss gewesen.” El
filósofo era August Cieszkowski, del que ya hablaremos, lo decía en su
libro Gott und Palingenesie, E. H. Schroeder, Berlin, 1842, p. 93. El libro,
su segunda obra filosófica, era una defensa de la inmortalidad personal
bien spinoziana contra las ideas de Dios de C. L. Michelet.

[28] Cf.: Bauer, Bruno; Feldzüge der reinen Kritik, Nachwort von
Hans-Martin Sass, Suhrkamp Verlag, Frankfurt/M, 1968, p. 178. El libro
reúne nueve artículos de Bauer de su época de la reinen Kritik, hasta
1843.

[29] Cf.: ibidem, pp. 175-195.

[30] Cf.: Bauer, Bruno; Die gute Sache der Freiheit und meine eigene
Angelegenheit, Verlag des literarischen Comptoirs, Zurich-Winthertur, 1842,
p. 203. En esta obra Bauer utiliza la famosa metáfora de la Religión como
opio de los Pueblos en la página 213. Sobre la relación entre izquierda
hegeliana y la Bibelkritik, véase: Röttgers, Kurt; Kritik und Praxis: zur
Geschichte des Kritikbegriffs von Kant bis Marx, De Gruyter, New
York-Berlin, 1975, pp. 190-224.

[31] Sobre la reinen Kritik en Bauer: Koch, Lothar; Humanistischer Atheismus
und gesellschaftliches Engagement. Bruno Bauers ‘Kritische Kritik’” ,
Verlag Kohlhammer, Stuttgart, 1971, especialmente Kap. III, pp. 82-124.

[32] Cf.: MEGA (1), I, Band I/2, p. 235.

[33] Ibidem ; I, Band I/2, p. 236. Sobre el medio universitario y el clima
político en la Universidad de Bonn, muy diferente al de Berlín, son
esclarecedoras las cartas de Bauer a Marx del 1 de marzo y 5 de abril de
1840. Sobre los años de Bauer en Bonn, el trabajo biográfico inconcluso de
Gustaaf Adolf van den Bergh van Eysinga: Bruno Bauer, sein Leben und seine
theologische Bedeutung, “Aus einer unveröffentlichten Biographie von
Bruno Bauer. Bruno Bauer in Bonn 1839-1842”, Estratto dagli Annali
dell`Ìstituto Giangiacomo Feltrinelli, Anno Sesto, Feltrinelli, Milano,
1963, p. 362 y ss.

[34] Anónimo (Bauer, Bruno); Die evangelische Landeskirche Preussens und
die Wissenschaft , Otto Wigand, Leipzig, 1840.

[35] Bauer, Bruno; Kritik der evangelischen Geschichte des Johannes,
Schünemann, Bremen, 1840.

[36] Sobre la crítica del joven Marx a Bauer, véase la obra de Sidney
Hook; La génesis del pensamiento filosófico de Marx. De Hegel a Feuerbach,
Barral, Barcelona, 1974, p. 143 y ss.

[37] Karl Marx / Friedrich Engels; MEGA (2), Abt. 3: Briefwechsel, Bd. 11:
Karl Marx / Friedrich Engels: Briefwechsel, Juni 1860 bis Dezember 1861,
Akademie Verlag, Berlin, 2005, pp. 469-471.

[38] Sobre Hermann Wagener y su rol en diversas empresas periodísticas y
culturales en el antisemitismo a fines del siglo XIX, véase: Levy, Richard
(editor); Antisemitism. A Historical Encyclopedia of Prejudice and
Persecution, ABC-Clio, Santa Barbara, 2005, voz: “Hermann Wagener”, p.
749.

[39] Sobre las relaciones entre Bruno Bauer y Nietzsche, véase: D.
Tschizewskij, “Hegel et Nietzsche”; en: Revue d’histoire de la
philosophie, III (1929), pp. 321–47; Zvi Rosen, “Bruno Bauers und
Friedrich Nietzsches Destruktion der bürgerlich-christlichen Welt”; en:
Jahrbuch des Instituts für Deutsche Geschichichte, ed. W. Grab, (1982), pp.
151–172; E. Benz, “Nietzsches Ideen zur Geschichte des Christentums, IV.
Nietzsche und Bruno Bauer”; en: Zeitschrift für Kirchengeschichte, no.
56, (1937), pp. 259–277. Un especialista como el teólogo Ernst Barnikol
llega a sugerir que Nietzsche “tomó” prestado de Bruno Bauer (y de Max
Stirner) casi todo su arsenal teórico; cf.: Das entdeckte Christentum im
Vormärz. Bruno Bauers Kampf gegen Religion und Christentum und Erstausgabe
seiner Kampfschrift , Eugen Diederichs, Jena, 1927, p. 134. Sobre el
antisemitismo de Bauer, véase a Leopold, David; “ The Hegelian
Anti-Semitism of Bruno Bauer ”, en: History of European Ideas, Nº 25, pp.
179–206, además la voz “Bruno Bauer” en: Levy, Richard (editor);
Antisemitism. A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution,
ABC-Clio, Santa Barbara, 2005, p. 60-62.

[40] Nietzsche, Friedrich: Briefwechsel. Kritische Gesamtausgabe, Band 3,
Briefe von Friedrich Nietzsche Januar 1885-Dezember 1886, De Gruyter,
Berlin-New York, 1982, pp. 269-270. Nietzsche se equivoca en el nombre de
Taine: es Hyppolite, y no Henri. En el círculo íntimo nietzscheano se lo
consideraba “lector” a quién Nietzsche envíaba personalmente y con
dedicatoria sus obras, acompañada de una carta personal. Bauer fue un
deleitado lector de la Primera Intempestiva de Nietzsche precisamente contra
David F. Strauss.

[41] Nietzsche, Friedrich; Sämtliche Briefe. Kritische Studienausgabe, Band
8, De Gruyter, Berlin/New York, 1986, pp. 106-107. Existen más cartas de
esta época donde puede comprobarse la cercanía política y empatía
intelectual entre Nietzsche y el viejo Bauer. El Nietzschéisme ignora,
minimiza o reprime las relaciones e influencia de Bauer sobre Nietzsche.
Fuente: Nicolás González Varela

Junio de 2010



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9 respuestas a "Marx, lector anómalo de Spinoza (IV)"

  1. gry dla dzieci
    Nie ulega watpliwosci nie mozna rodzicow niejednokrotnie zakupie gier na rzecz dzieci. gry on-line To w tej okolicy przewaznie na ich zroznicowanie komputera. Mlodzi zbiorowosc ludzka spedzaja niemalo czasu z trudem az do grania w takie gry, wobec tego gry ani chybi podoba sie im takich prezentow.

    Jednakowoz ogol powinno posiadac spersonalizowane granice. Niepodobna powstrzymac dzieciom uzywania laptopa oznacza to konsoli, gry dla dzieci ale trzeba sprawdzac termin, ze nasze dzieci spedzaja w ten sposob. O ile tak jest, przykladowo godziny na dobe, nie jest duzy problem. Czasem mlodz spoleczenstwo dzieci gry moga grac na komputerze czy konsoli, wrecz wiecej niz dziesiatka godzin dziennie. Ta usytuowanie jest juz niepokojace, i rodzice powinni obwarowac, zeby ich dziatwa gry dla dzieci byly tez alternatywnych zrodel rozrywki. Gry na rzecz dziatwa nie furt jest z komputerem, atoli co niemiara innych rodzajow rozrywki, ze mlodzi dzieci gry-online spolecznosc sa wysoce zwierzchni rezultat. Zbytnio gry dzieci czesto przebywac w wirtualnym swiecie nie jest dobre i rowniez powinno znajdowac sie ograniczone gry az do rozsadnych ramach czasowych.

  2. W sypialni jest łóżka specjalnym pomieszczeniu. Spedzamy do licha i troche czasu, przynajmniej nie furt sobie sposrod tego sprawe. Alkowa powinna istniec bez zarzutu materace jak ulal do naszych wymagan. W szczegolnosci wazne jest to, ze jest to miejsce, dokad figa nie zakloci naszego snu. Chodzi materace tu szczegolnie o naszym lozku. Na rynku dostepne sa roznorakie stylemateracy, alisci nie na wszystkich poprawnie łóżka do spania chrapac.

    Nie moga istniec materace do spania za nieproste, poniewaz negatywnie wplywa na polski pacierz, i materac dosadnie wplywa na jakosc naszego snu. Lozko musi dobry materac egzystowac rowniez do woli dlugi i rowniez szeroki. Przykladowo, gdy jestesmy na tyle wysokie, ze nie jest materace latwo na nim znajduja, nalezy sadzic o zakupie wiekszego modelu. Sa jeszcze inne aspekty, ktore wplywaja na jakosc naszego snu. Chodzi o, na przyklad, łóżka do spania alkierz adekwatnej klimatyzacji i rowniez jej wyciszenia. materace Jesli chcemy to w taki sposob objecia Morfeusza to maksimum wydajnosci, nie mozemy zapomniec o zadnej sposrod powyzszych czynnikow.

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