Navidad en pandemia. Por Alessandro Caviglia Marconi

 

EXIGENCIA MÍSTICA Y PROFÉTICA PARA LOS CREYENTES el cristiano del futuro será́ un místico o no será́ cristiano Karl Rahner

En 1980 el teólogo alemán Karl Rahner publico un breve texto titulado Ser cristiano en la Iglesia del futuro. Rahner, sin duda, uno de los grandes teólogos del siglo XX, y del Concilio Vaticano II, realiza un diagnóstico de la creencia católica en ese momento: el catolicismo había pasado de ser una fe compartida y aceptada en la sociedad a ser “fuertemente cuestionada en un mundo secularizado, ateo, técnicamente racionalizado un mundo en el que la expresión de la fe y la mística se ven obligadas a callar”. En aquel contexto declara Rahner que “el cristiano del futuro será́ un místico o no será́ cristiano”. Con el término «místico» no se refiere a un fenómeno parapsicológico, sino que se trata de una “autentica experiencia existencial de Dios”, que no “proviene de una indoctrinación exterior, no es un producto de la publicidad, no es fruto de una argumentación teológico-fundamental. Por el contrario, nace de una experiencia de Dios, de su Espíritu, experiencia que surge en el interior del hombre y que es difícil de ser objetivada verbalmente. Se trata, pues, de una verdadera posesión interior del Espíritu”. Yo añadiría que la exigencia de ser «místicos» implica necesariamente la de ser «proféticos», es decir, la de llevar una voz de denuncia del daño moral y de las injusticias, ya que así lo exige en contexto humano, social y político de nuestra «experiencia existencial». Dicha experiencia existencial se da en el mundo histórico, lo que lleva al cristiano al compromiso.

Estas palabras (“auténtica experiencia existencial de Dios”) que tienen como trasfondo la fenomenología de Heidegger, podrían ser vistan con sospecha hoy en día, una vez que se han confirmado no sólo los nexos entre el filósofo alemán y el Nacional Socialismo, sino incluso los lazos entre el contenido de su obra con las ideas del partido. Sin embargo, las críticas actuales contra Heidegger no afectan la teología de Rahner. De manera que esa anécdota histórica no debe evitar rescatar lo valioso para nosotros, ad portas de la celebración de la Navidad en medio de las tormentas de nuestro tiempo: la pandemia mundial, los auges de los fundamentalismos religiosos, de los populismos de derechas y de izquierdas, el recrudecimiento del neoliberalismo autoritario y el incremento de la desigualdad y la pobreza.

Sin duda, el contexto en el que Rahner escribió esas palabras y el contexto actual, a fines del 2020, han cambiado profundamente. En cuarenta años el contexto europeo ha cambiado. Hoy asistimos a un auge de un fervor religioso desbordado en el fanatismo que la Europa de los 70s y 80s no podían imaginar. Y, aunque en Latinoamérica y en el Perú, la creencia religiosa tenía un lugar importante, no se había radicalizado malsanamente a niveles en los que lo ha hecho ahora. En nuestro medio, especialmente el universitario, el catolicismo se encuentra desacreditado debido a la persistencia y difusión de una visión de la creencia religiosa dogmática y escasa de argumentos, a la par de los escándalos de la Iglesia: el financiero y el vinculado a la pederastia.

Es en este contexto en el que la expresión “el cristiano será un místico o no será cristiano” tiene gran importancia. No se trata de la actitud tan conocida de la «fuga mundi», sino de tener una actitud profética que implica tomar distancia de los fundamentalismos religiosos, de los populismos contemporáneos y de asumir una crítica decidida al neoliberalismo autoritario que ha ganado terreno en este año de pandemia global. Bajo esa línea profética y mística (es decir, de intimidad con Jesús), el papa Francisco publicó recientemente su encíclica Fratelli tutti. Esa misma actitud nos debe animar a vivir este tiempo de Navidad que está por abrirse, tiempo marcado por el dolor de las pérdidas de los seres queridos, el incremento de la pobreza, las restricciones de los encuentros. El no poder visitar a los seres queridos y darles un fuerte abrazo, tan necesario para nuestra experiencia vital. Todo esto implica un enorme desafío para todos. Pero para los cristianos implica necesariamente un compromiso.

El año 2020 ha sido terrible para todo el mundo, pero especialmente para los menos aventajado de la sociedad mundial. En el Perú, las crisis sanitaria, social, económica y política ha terminado por golpear a todos, pero de manera desigual, porque tenemos una sociedad profundamente injusta. El 2021 podría prometer ser mejor, pero no mucho. En este contexto es importante que los cristianos seamos proféticamente místicos y que nos involucremos en la realidad, estando al tanto de lo que sucede, asumiendo nuestras múltiples responsabilidades y teniendo la actitud de ayudar a aliviar el daño y el sufrimiento. Estos tiempos de crisis y fanatismo ponen a prueba la fortaleza, madurez y ecuanimidad de nuestra fe, así como el contexto de la Europa de los 70s y 80s lo hacían, por causas distintas, pero entonces como ahora se nos exige ser místicos y proféticos.

Notas

Alessandro Caviglia Marconi es Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

Fuente:  https://caviglia.lamula.pe/2020/12/20/navidad-en-pandemia/alessandrocaviglia/

22 de diciembre de 2020.  PERÚ



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